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Un lugar común para la justicia social: el trabajo decente

Mundo obrero y del trabajo

Un lugar común para la justicia social: el trabajo decente

07 octubre 2020

La Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que se celebra alrededor del 7 de octubre, vuelve a convocar a instituciones, organizaciones del mundo del trabajo y a entidades de inspiración católica en la exigencia de trabajo decente. 

Esta jornada fue constituida en el congreso fundacional de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que agrupa a sindicatos nacionales y federaciones mundiales representando a más de doscientos millones de trabajadores y trabajadoras. Siendo secretario general Guy Ryder, actual director general de la OIT, en aquel congreso histórico, se aprobó poner en marcha una jornada de acción mundial para «fortalecer la lucha internacional por los derechos de los trabajadores y contra la pobreza». Desde el año 2006, el 7 de octubre -o alrededor de este día- se realiza en todo el mundo decenas de convocatorias en torno a un lugar común y a un mismo grito: Trabajo decente para todos y en todo lugar.

Aunque el recorrido histórico sobre el concepto de trabajo decente viene de antes. De hecho, nace en el seno de la OIT -agencia tripartita de la ONU-, en el año 1998 para sintetizar las aspiraciones de las personas trabajadoras durante su vida laboral. Es decir, la oportunidad de tener un empleo, con un ingreso justo, seguro, con protección social y perspectivas de desarrollo personal e integración social, que garantice poder expresar opiniones, la organización y la participación en las decisiones que afectan a la vida de cada uno, y la igualdad de oportunidades y trato para todos. La Iglesia universal, de la mano de san Juan Pablo II -que ya había escrito la encíclica Laborem exercens (1981), sobre el trabajo humano-, lanzó un llamamiento, en el año 2000, para apoyar “una coalición mundial a favor del trabajo decente” y la necesidad de “globalizar la solidaridad”, sumándose a esta exigencia de justicia social. Sobre el concepto de trabajo decente también se expreso el papa Benedicto XVI, en 2009: “un trabajo que (…) sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer: libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad; un trabajo que (…) haga que los trabajadores sean respetados, evitando toda discriminación; que permita satisfacer las necesidades de las familias; (…) que consienta a los trabajadores organizarse libremente y hacer oír su voz; (…) que deje espacio para reencontrarse adecuadamente con las propias raíces en el ámbito personal, familiar y espiritual; que asegure una condición digna a los trabajadores que llegan a la jubilación” (Cfr. Caritas in veritate, 63).

Iglesia por el Trabajo Decente

En esta perspectiva, miembros de organizaciones de inspiración católica, entre las que se encontraba el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, se reunieron en Roma (2013) con la Santa Sede y la OIT, con el objetivo de impulsar  el “trabajo decente para todas las personas” entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De aquel hilo, el compromiso se trasladar a España (mayo de 2015) cuando representantes de las organizaciones de ámbito eclesial: Justicia y Paz, Cáritas, CONFER, JEC, JOC y HOAC, acuerdan poner en marcha la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) para sumar sinergias y promover la defensa del trabajo decente, visibilizar y denunciar la situación de indecencia que hoy se sufre en el mundo del trabajo. La sed de trabajo decente hace crecer las adhesiones a la iniciativa y los relatos que construye, además de abrir modestos espacios en los medios de comunicación, genera dinámicas reivindicativas y celebrativas, con el protagonismo de pueblo de Dios en salida.

Criterio de justicia social, y de desarrollo humano integral y sostenible

La exigencia por el trabajo (libre, creativo, participativo y solidario) respetuoso con la dignidad de la persona, necesario para la inclusión social de los pobres, y esencial para el cuidado de la casa común, es también una insistencia del papa Francisco. Desde el inicio de su pontificado, expresado en sus principales textos: Evangelii gaudium (EG), Laudato si’ (LS) y, más recientemente, en Fratelli tutti (FT, 127, 162, 168…).  Pero además, en su labor pastoral al acompañar y comprometerse con los trabajadores más humildes y excluidos, organizados en movimientos populares, para reclamar tierra, techo y, sobre todo, trabajo, primer juego de 3T convertido en el criterio de justicia social, en este cambio de época que ya vivimos; y al convocar, escuchar, dialogar y tender puentes con el movimiento sindical mundial y ofrecer un segundo juego de 3T, trabajo/tradición, tiempo y tecnología, como criterio de desarrollo humano integral (inclusivo y solidario), o en sus visitas pastorales a las diócesis italianas, con continuos encuentros con el mundo del trabajo. En la fábrica de Ilva, lugar de trabajo y de trabajadores, por tanto del pueblo de Dios, exclamó: “el mundo del trabajo es una prioridad humana. Y, por lo tanto, es una prioridad cristiana, una prioridad nuestra, y también una prioridad del Papa”. (Cfr. No os dejéis robar la dignidad).

La jornada mundial por el trabajo decente en la pandemia

En la convocatoria de este año 2020, en medio de una pandemia global que obliga a un tipo de actos más creativos, los llamamientos de esta jornada se sitúan en demandar “un nuevo contrato social para asegurar que la economía mundial pueda recuperarse y crear la resiliencia necesaria para afrontar los desafíos convergentes de la pandemia, el cambio climático y la desigualdad”, según indica el manifiesto de la Confederación Sindical Internacional, alertando de los efectos “catastróficos” de la pandemia sobre la salud, el empleo, los ingresos y la igualdad de género, en un mundo “fracturado” por un modelo de “globalización fallido” que ha generado una profunda “desigualdad e inseguridad para la gente trabajadora”.

Por su parte, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, subraya que “el modelo económico necesita una reforma” que pasa por reinventar “un modelo de vida más humano y más justo” y emplaza a responder personalmente y “en nuestros barrios, en nuestras empresas, a nivel sindical y político”. En este sentido, su manifiesto apunta algunas orientaciones a favor de una nueva gestión de los tiempos de trabajo, del cuidado de las personas y de la vida, la lucha contra el acoso laboral, la libre sindicación y el diálogo social, leyes laborales “para el bien común” o  promover “un consumo responsable, ético y solidario”.

Para la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), resulta fundamental “un nuevo sistema productivo que ponga a la persona en el centro, llama a movilizarse contra el aumento de la precariedad provocada por el impacto social de la pandemia y en defensa del trabajo decente y accesible. ITD ha convocado actos en las diócesis del país para reclamar “el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida, con unas condiciones laborales dignas” y la extensión de la protección social. “Garantizar que el ingreso mínimo vital sea una realidad para las personas que lo necesitan, dotando a las instituciones de los recursos necesarios para su gestión y asegurar la percepción del subsidio extraordinario a las trabajadoras de hogar y que se reconozca su derecho a la prestación por desempleo al igual que para el resto de personas trabajadoras”, y nadie se quede atrás.

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En redes sociales: #JMTD2o y #NosMovemosPorElTrabajoDecente

COVID-19 | #DerechosParaLasQueCuidan 

Mujer trabajadora, Mundo obrero y del trabajo

COVID-19 | #DerechosParaLasQueCuidan 

30 marzo 2020

En el día internacional de las Trabajadoras del Hogar y Cuidados*, 30 de marzo, en medio del estado de alarma derivado de la enfermedad COIVD-19, las asociaciones que integran a estas trabajadoras piden mayor protección y medidas urgentes para este colectivo frente al impacto económico y social.

Las trabajadoras de hogar y cuidados, de momento, no han sido tenidas en cuenta en las medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19 , aprobadas el 17 de marzo, aunque posteriormente, el RD Ley 10/2020, aprobado ayer,  29 de marzo, considera su actividad como un  trabajo esencial.

La Mesa de Empleadas de Hogar de la Plataforma Salmantina de Entidades por el Empleo, en la que participa la HOAC de la diócesis, insiste en reivindicar derechos como el derecho a una prestación por desempleo, a una mayor protección ante el despido por desistimiento, a la inclusión en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, a una mejora en el sistema de cuidados que lo separen del empleo doméstico…

Ante el anuncio realizado por el Ministerio de Trabajo, de la aprobación de un subsidio extraordinario para las trabajadoras de hogar, la mesa salmantina ha declarado que “de ser confirmada esta medida, sería ésta un primer  paso esencial para el posterior reconocimiento del derecho a una prestación por desempleo”. Pero, también, advierte de la existencia de  otras 200.000 empleadas del hogar y cuidadoras, “que no están dadas de alta en la Seguridad Social, de las cuales, muchas se encuentran en situación administrativa irregular y de absoluta vulnerabilidad”.  

Por su parte, asociaciones de la Red de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados, apuntan que “llevamos años denunciando que la no equiparación de derechos vulnera la legislación española y comunitaria en materia de igualdad de trato y no discriminación. No se puede anunciar la determinación para la ratificación del Convenio 189 y, en los momentos más críticos, excluirnos de las medidas protectoras, reincidiendo en la vulneración de derechos fundamentales”.

Dado que mañana martes, el consejo de Ministros podría aprobar un nuevo paquete de medidas para hacer frente a la situación actual, se ha puesto en marcha una campaña para exigir una cobertura efectiva de estas trabajadoras y el reconocimiento efectivo de sus derechos, teniendo en cuenta su especial vulnerabilidad con los etiquetas:

#CuidaAQuienTeCuida    #DerechosParaLasQueCuidan    #30MDiaEmpleoHogar

* Tal día como hoy, en 1988, se celebró en Bogotá el primer Congreso Latinoamericano de Trabajadoras de Hogar.

https://twitter.com/sedoac/status/1244535542521479168

Más información sobre la campaña actual

Aquí

Córdoba | No se trata solo de migrantes, son personas, mundo obrero clamando justicia

Mundo obrero y del trabajo

Córdoba | No se trata solo de migrantes, son personas, mundo obrero clamando justicia

28 septiembre 2019

Ante la convocatoria del papa Francisco para celebrar, el día 29 de septiembre, la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado bajo el lema “No se trata solo de migrantes”, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Córdoba quiere, desde su ser Acción Católica para la pastoral del mundo obrero y del trabajo, ofrecer su reflexión en comunión con toda la Iglesia y, en particular, con la delegación de migraciones de nuestra diócesis.

La existencia de las migraciones y el sufrimiento de tantas familias que se ven forzadas a desplazarse, tiene mucho que ver con la manera indecente de organizarse el trabajo. El sistema de producción y consumo de nuestras sociedades genera exclusión y pobreza. La falta de trabajo, la precariedad laboral, el trabajo informal, la economía sumergida, el no reconocimiento de derechos sociales, la explotación, los salarios de miseria, la persecución sindical… son causas fundamentales de las migraciones. Los migrantes son personas del mundo obrero y del trabajo que claman justicia. “¡Cuánto me gustaría ver a todos con un trabajo decente! Es algo esencial a la dignidad humana.” (Papa Francisco).

Como nos dice también el Papa, la realidad de los migrantes y los refugiados, así como la de todas las personas vulnerables, nos invitan a recuperar algunas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y nuestra humanidad. Y es que “no se trata solo de migrantes”, se trata también de nosotros mismos y de nuestra sociedad. Cuando somos sensibles a su situación crecemos como personas. Los migrantes nos ayudan a superar nuestro miedo al diferente y el desprecio a los empobrecidos. Lo que está en juego es la caridad y el rostro que queremos dar a nuestra sociedad. Optar por un proyecto social excluyente y deshumanizado o compasivo que antepone a los últimos. El desarrollo y el progreso se ha de medir por la preocupación que se tiene por la persona en su totalidad y por todas las personas, de manera especial, las migrantes pobres.

El mensaje del Papa para esta jornada nos invita a la tarea urgente de acoger, proteger, promocionar e integrar a los emigrantes y a los refugiados. Esta tarea nos ha de llevar a: acompañar a los migrantes y a sus familias; generar una cultura del encuentro y la inclusión que rompa la indiferencia, el rechazo y el descarte de personas; comprometernos por unas condiciones de trabajo dignas; promover una manera de organizar la economía y las finanzas que no provoque guerras, injusticia social y condenen a las migraciones forzosas a millones de personas; y, por último, a generar experiencias de solidaridad y de inclusión social. Esta es la manera a la que nos llama Jesucristo a ser samaritanos, prójimos, con nuestros hermanos y hermanas trabajadores migrantes.

El sindicalismo abordará la economía de los cuidados en la próxima Jornada Mundial por el Trabajo Decente

Internacional

El sindicalismo abordará la economía de los cuidados en la próxima Jornada Mundial por el Trabajo Decente

06 septiembre 2019

La Confederación Sindical Internacional (CSI-ITUC) reclama en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, prevista para el 7 de octubre, que los gobiernos «aumenten la inversión en los cuidados». 

En una breve nota publicada en su página web, el sindicalismo mundial, que representa a 207 millones de trabajadores y trabajadoras de todo el planeta, prepara la convocatoria de una nueva Jornada Mundial por el Trabajo Decente, centrando su reivindicación en el sector de los cuidados para «fomentar el empleo de mujeres y hombres, aumentar el PIB, afrontar los crecientes desafíos demográficos y superar la arraigada discriminación contra las mujeres en el trabajo y en la sociedad».

Fue en el año 2008, siendo secretario general Guy Ryder, actual director general de la OIT, cuando en el congreso fundacional de la CSI se aprobó poner en marcha una jornada de acción mundial para «fortalecer la lucha internacional por los derechos de los trabajadores y contra la pobreza». Comenzaba un proceso histórico de esta organización internacional de trabajadores y trabajadoras para unificar y comprometer en una acción global muy significativa a 331 centrales sindicales nacionales. Este compromiso por el trabajo decente es compartido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, que secundaba además así el llamamiento por una Alianza Global por el Trabajo Decente realizado por san Juan Pablo II (Cf. No os dejéis robar la dignidad)

El trabajo de cuidados en España

El último informe de la OIT El trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado para un futuro con trabajo decente, señala que se generarían un millón de empleos en España atendiendo «los déficits actuales en la prestación de servicios de cuidado y su calidad». El trabajo de cuidados comprende dos tipos de actividades: las actividades de cuidado directo, personal y relacional, como dar de comer a un bebé o cuidar de un familiar enfermo, y las actividades de cuidado indirecto, como cocinar y limpiar.

El cuidado no remunerado es «trabajo» que principalmente realizan las mujeres pero que permanece invisible y no reconocido, tanto es así que en opinión de Manuela Tomei, directora del departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, «en 2018, en España se emplearon 130 millones de horas diarias en trabajo de cuidados no remunerado. Esta cifra equivale a 16 millones de personas trabajando ocho horas al día sin percibir remuneración alguna. España es uno de los países de Europa y Asia Central donde se realiza la mayor parte del trabajo diario de cuidados no remunerado. Si estos servicios se valorarán sobre la base de un salario mínimo por hora, equivaldrían al 14,9 por ciento del PIB del país».

Según esta agencia tripartita de la ONU, España se situará, de aquí al 2030, en el puesto 22 de la clasificación de países con mayores ratios de dependencia de cuidados de personas mayores del mundo, y el puesto 19 de los países de Europa y Asia Central con un 9,1 por ciento. Se prevé que el número de beneficiarios de cuidados en España disminuya de los 10 millones actuales (7 millones de niños y niñas menores de 15 años y 3 millones de personas ancianas) a 8,8 millones (5,6 millones de niños y niñas menores de 15 años y 3,2 millones de personas ancianas). Apostar por una «economía de rostro humano» como puede ser la economía de los cuidados, es una apuesta por el bien común que supone la creación de trabajo decente y el aumento del bienestar social, ambos esenciales en una sociedad decente.

Iglesia por el Trabajo Decente

Por quinto año consecutivo, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), promovida en España por seis entidades de inspiración católica, se suma, impulsa y convoca alrededor del 7 de octubre, en las diócesis del país, un amplio abanico de gestos, actividades y vigilias que quieren promover y visibilizar la importancia de extender en la sociedad y en la Iglesia la defensa del trabajo decente, una cuestión central en la sociedad y esencial para la vida de millones de personas.

ITD vienen insistiendo en la denuncia de las condiciones laborales y sociales actuales que generan «una sociedad desvinculada, en la que cada vez es más difícil hacernos cargo de los que se quedan atrás», como indica el VIII Informe FOESSA, donde además son cada vez más las personas en situación de vulnerabilidad, entre otros factores, por la mala calidad del empleo. La indecente precariedad estructural se ha convertido una obligada forma de vida para millones de trabajadores y trabajadoras, especialmente entre jóvenes y mujeres.

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Documentos de interés.

El trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado para un futuro con trabajo decente, OIT. Resumen ejecutivo.
■ Invertir en la economía de los cuidados. CSI-ITUC, Grupo de Trabajo sobre Empleo del G20.
■ Los cuidados como problema y solución económica. Por Lina Gálvez, catedrática de Historia e Instituciones Económicas. Tema del mes de la revista Noticias Obreras, marzo 2019.
■  Iglesia por el Trabajo Decente urge priorizar a las personas para descartar la indecente precariedad, mayo 2019.

3er Domingo de Cuaresma (24 marzo)

Iglesia

3er Domingo de Cuaresma (24 marzo)

21 marzo 2019

El ser cristiano «de verdad» exige siempre una conversión, que tiene que hacer individualmente cada hombre que viene a este mundo. ¡Este sí que es un acto puramente personal e intransferible! ¡Como que es el acto supremo de la libertad! (Rovirosa, OC, T.I, 168).

 

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Que la injusticia no tenga la última palabra

Convocatorias

Que la injusticia no tenga la última palabra

20 julio 2018

La HOAC realiza un gesto público para poner de manifiesto la realidad sufriente que, bajo formas muy diversas, hoy padece el mundo del trabajo.

Este movimiento de Acción Católica especializada ha querido también visibilizar “los innumerables gestos, actitudes, iniciativas y experiencias humanizadoras que ya existen dentro de él y que nos deben animar para lograr un trabajo digno y una sociedad decente” conforme a la Doctrina Social de la Iglesia.

En un gesto público, convocado en el marco de las actividades de los cursos de verano de la HOAC, en la tarde del jueves 19 de julio, después de celebrar la Eucaristía junto con la unidad pastoral del centro histórico, más de trescientas personas han escenificado la situación generada por el actual sistema económico y productivo marcada por la pobreza, la exclusión, la precariedad laboral, el consumismo, el hedonismo, la inseguridad vital, la destrucción de casa común…

Esto es lo que el papa Francisco rechaza en su exhortación apostólica Evangelii gaudium: «No a una economía de la exclusión, que elimina el valor de la vida humana, una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata (…) Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del ‘descarte’ que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son ‘explotados’ sino desechos, ‘sobrantes’». (n. 53)

La concreción plástica de esta realidad se ha llevado a cabo en la plaza de Anaya de Salamanca, donde se ha erigido El muro de la injusticia, que produce deshumanización y empobrecimiento, debido a la ausencia de amor, de fraternidad, de justicia, y que «los militantes obreros cristianos -junto otras muchas personas de buena voluntad- queremos transformar, porque nuestra fe en el Dios creador y liberador, el dios de Jesús, nos llama a exigir que el trabajo sea digno para que la sociedad sea decente», según han expresado los dinamizadores del gesto, antes de ser derribado el muro.

Construyamos una sociedad decente, con trabajo digno

La segunda parte del gesto público ha consistido en levantar una nueva construcción, expresión de la sociedad decente con trabajo digno. Cada una de las 42 diócesis representada en los cursos han incorporado un nuevo contenido fraterno «basado en los principios y valores de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Desde ahí iremos experimentando y compartiendo gestos, hechos, personas, prácticas y actitudes que sean expresión de trabajo digno y vayan en la línea de una sociedad decente», según han señalado.

El acto ha continuado con un llamamiento «a la esperanza, a la resurrección, a la vida. Por tanto, el trabajo debe ser un instrumento para la vida, para continuar la obra creadora de Dios», han señalado. Cada gesto, cada hecho de vida expresado en esta dinámica, cada  cambio en nuestros ambientes y en las estructuras hace que aumente nuestra esperanza y nos anima a seguir luchando por ese trabajo digno que nos pertenece y por esa sociedad decente que necesitamos. Los trabajadores y las trabajadoras cristianas nos reafirmamos en seguir acompañando la vida de las personas, colaborando a un cambio de mentalidad, contribuyendo a un cambio en las instituciones y visibilizando experiencias alternativas de otras formas de vivir y de trabajar».

Finalmente, el gesto público ha concluido cantando el tema Sinceramente, de Salvador Amor que expresa el anhelo por construir una sociedad justa y humana.

Gesto público y eucaristía. 19 de julio de 2018. Cursos de Verano. #FraternidadyJusticia

Gepostet von HOAC am Freitag, 20. Juli 2018

A las 20.00 horas en la Plaza de Anaya daba comienzo la escenificación de situaciones alternativas y de trabajo digno…

Gepostet von Diócesis Salamanca MCS am Donnerstag, 19. Juli 2018

 

1er Domingo de Cuaresma (18 de febrero de 2018)

Iglesia

1er Domingo de Cuaresma (18 de febrero de 2018)

15 febrero 2018

Tengamos en cuenta, en primer lugar, que el «ser» cristiano a la manera de Cristo y de los santos, no puede ser nunca la resultante exclusiva de un ambiente y de unas pasiones sociológicas que nos fuercen a serlo desde el nacimiento. No. el ser cristiano «de verdad» exige siempre una conversión, que tiene que hacer individualmente cada hombre que viene a este mundo. ¡Este sí que es un acto puramente personal e intransferible! ¡Como que es el acto supremo de la libertad! (Rovirosa, OC, T.I. 168).

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La JEC y la JOC convocan “Iglesia en diálogo”

Convocatorias

La JEC y la JOC convocan “Iglesia en diálogo”

05 febrero 2018

La Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC) convocan el encuentro “Iglesia en diálogo” el martes 6 de febrero, a las 20 h. en el salón de actos de la C/ Alfonso XI 4, 4º Madrid, abierto a jóvenes creyentes o no, participen o no en la comunidad eclesial.

En coordinación con el departamento de Pastoral de Juventud, “Iglesia en diálogo” aspira a favorecer el encuentro y el diálogo con jóvenes para que su voz sea tenida ante el próximo Sínodo que se celebrará en el Vaticano.  De hecho, del 5 al 11 de febrero se realizarán encuentros, las delegaciones diocesanas de Pastoral Juvenil, grupos juveniles parroquiales, movimientos de ámbito nacional o diocesano, universidades católicas, congregaciones o colegios en general organizan en unos 70 lugares de España.

Pastoral de Juventud ha distribuido los materiales para que en todos los encuentros se aborden los mismos temas. Así, se facilitará un cuestionario partiendo de las preguntas que se indican en el documento preparatorio del sínodo.  Las aportaciones de los jóvenes se recogerán y se harán llegar a las delegaciones diocesanas de juventud y al departamento de Pastoral de Juventud, para que

El tema que se propone para abrir el diálogo en esta primera edición es: ¿Se escucha hoy a los jóvenes? Para desarrollar este tema general se irán planteando el resto de las cuestiones: ¿Os sentís escuchados?; ¿Os frustra el no sentiros escuchados?, ¿Dónde habláis u ofrecéis vuestras reflexiones?, ¿Las distintas instituciones ponen medios para escucharos?, ¿La Iglesia, como una institución de esta sociedad, os escucha?, ¿Tú pones de tu parte para que te escuchen?, ¿Tienes alguna experiencia de escucha o de lo contrario por parte de la Iglesia?, y si tuvieras que evaluar del 1 al 10 en lo que os escucha la Iglesia, ¿qué nota le darías? ¿Por qué?

2º Domingo de Adviento (10 diciembre)

Iglesia

2º Domingo de Adviento (10 diciembre)

07 diciembre 2017

El ser cristiano «de verdad» exige siempre una conversión, que tiene que hacer individualmente cada persona que viene a este mundo. ¡Este sí que es un acto puramente personal e intransferible! ¡Como que es el acto supremo de la libertad! (Rovirosa, OC.T, I. 168).

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Los sindicatos piden mejores empleos en la Jornada Mundial del Trabajo Decente

Mundo obrero y del trabajo

Los sindicatos piden mejores empleos en la Jornada Mundial del Trabajo Decente

06 octubre 2017

Los sindicatos en España no faltan a la 10ª cita con la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD), que se desarrollada cada 7 de octubre, a propuesta de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la federación mundial de organizaciones de trabajadores. En concreto, CCOO y UGT se han unido para denunciar la mala calidad del empleo, mientras que USO apuesta por un incremento de los salarios.

CCOO y UGT han acordado insistir en la denuncia del tipo de empleo que se está creando, y en las consecuencias que el mismo tiene para los sistemas públicos de protección social y la propia calidad del Estado de bienestar. A su juicio, la salida de la crisis, que no dan por terminada, continúa un patrón de crecimiento y una galopante precariedad del mercado de trabajo que no sirve más que para prolongar una profunda devaluación de derechos sociales y laborales. Ambos sindicatos aprovechan las movilizaciones por la dignidad de las pensiones en curso, para reclamar además, empleos de calidad, con remuneración suficiente, como una de las vías, que no la única, para atajar el déficit que arrastra la llamada “caja de las pensiones”.

USO, por su parte, en un acto celebrado el día 5 de este mes, insiste en que “España necesita una subida salarial”. “Que en España, el 0,4% de población posea una riqueza equivalente casi al 54% del PIB de nuestro país o que sigan aumentando las desigualdades, agravadas por unas reformas laborales y sociales que castigan a los trabajadores y sus sindicatos, pervirtiendo la negociación colectiva o reduciendo las pensiones, son razones suficientes para reclamar el fin de la devaluación y congelación salarial y de la pérdida de poder adquisitivo que llevan arrastrando los trabajadores”, ha defendido Julio Salazar, secretario general de USO.

Estas tres centrales sindicales pertenecen a la Confederación Sindical Internacional que un año más, anima a sus organizaciones afiliadas a movilizarse por el “trabajo decente”, al considerarlo como “un elemento central de las acciones gubernamentales para recuperar el crecimiento económico y construir una nueva economía mundial que dé prioridad a las personas”.

En esta ocasión, la internacional sindical reivindica salarios mínimos vitales y un aumento de sueldo para todos los trabajadores y trabajadoras, al tiempo que piden que la “codicia corporativa” deje de ser la que establezca “las reglas de la economía”. Sus reclaman pasan por salarios mínimos sean suficientes para garantizar un nivel de vida digno y que todos los trabajadores tengan derecho a afiliarse a un sindicato y negociar colectivamente.

Ya son 10 las veces que la Confederación Sindical Internacional viene organizando la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD) –desde 2008, para ser exactos- y animando a sus entidades afiliadas en todo el mundo a movilizarse. El concepto de “Trabajo Decente” fue formulado por la Oficina Internacional del Trabajo en 1999, como reconocimiento de que el trabajo es fuente de dignidad personal, estabilidad familiar, paz en la comunidad, democracias que actúan en beneficio de todos, y crecimiento económico, que aumenta las oportunidades de trabajo productivo y el desarrollo de las empresas. El trabajo decente ha sido incorporado a la Agenda de Desarrollo Sostenible, hoja de ruta de la comunidad internacional para favorecer el avance integral de la humanidad.

En el año 2000, el papa Juan Pablo II impulsó el concepto –en castellano se tradujo como “trabajo digno”- en sus palabras sobre el Jubileo de los Trabajadores y posteriormente Benedicto XVI retomó esta causa en su Encíclica Caritas in veritate. También el papa Francisco viene insistiendo constantemente en la necesidad de respetar la dignidad del trabajo. «Es tarea de la sociedad entera la preocupación por el trabajo digno», declaró recientemente.

En España, la iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» (Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC) aglutina en numerosos puntos del país los esfuerzos de las comunidades y entidades eclesiales a favor de este anhelo universal.

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