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Córdoba: El ayuntamiento dedica un pleno a la Seguridad Laboral con la presencia de víctimas de los accidentes

Flexibilidad y precariedad, Mundo obrero y del trabajo

Córdoba: El ayuntamiento dedica un pleno a la Seguridad Laboral con la presencia de víctimas de los accidentes

27 abril 2018

Ante la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el trabajo, el sábado 28 de abril, hoy se celebra un pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Córdoba para abordar esta lacra social que cada día se cobra vidas de personas trabajadoras, las deja postradas y enfermas y llena de dolor a sus familias. En él, tomará la palabra miembros de la HOAC así como de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA).

Las víctimas de accidentes laborales reclaman que la vigilancia efectiva y real en materia de seguridad e higiene y el cumplimiento de la legislación, no solo formalmente, sino en su sentido último, la mejora de las condiciones de trabajo y de la formación preventiva, así como el apoyo piscosocial a las familias de las víctimas de esta desgraciada lacra.

Desde hace algún tiempo, la HOAC de Córdoba se viene haciendo presente en las instituciones democráticas para plantear la necesidad de atajar de una vez los problemas relacionados con la seguridad laboral. De hecho, no es la primera vez que el ayuntamiento de la capital cordobesa acoge un pleno dedicado a este problema. También en los consistorios de la provincia han tenido lugar plenos similares. Lo mismo ocurrió en el pleno de la Diputación de Córdoba el 18 de abril.

Esta tarde,  a las 20:00 hrs, en el Bulevar del Gran Capitán, frente a la parroquia de san Nicolás, de Córdoba, habrá una concentración de denuncia y solidaridad por la siniestralidad laboral, en el que se recordarán las últimas personas fallecidas en sus puestos de trabajo. (un jornalero de 47 años; Pablo López Torrico, de 61 años; Marta García Jiménez, de 30 años; Julián González, de 38 años; Diego Tinedo, de 50 años; José Manuel, de 49 años; Ramón, de 60 años; Mustafá; R.R., de 57 años; Felipe Bernabéu, de 29 años; Antonio Expósito, de 28 años; y J.A.R., de 40 años).

Comunicado de la HOAC de Córdoba

Sube la siniestralidad, baja nuestra dignidad

De nuevo la HOAC, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo vuelve a denunciar la indecencia e injusticia laborales, responsables de los accidentes y muertes en nuestros lugares de trabajo.

En España durante 2017 se han producido más de 730 mil accidentes, lo que supone un incremento del 5%. De ellos, han fallecido 618 trabajadoras y trabajadores, y eso que no se contabilizan los que mueren después de los primeros días. Los sectores con mayor incidencia de accidentes mortales fueron la construcción y la industria.

En Andalucía también han aumentado los accidentes con resultado de muerte (113 fallecidos), 29 estaban en su primer mes de trabajo (de ellos, el 93% tenían contrato temporal) y siete en el primer día.

En Córdoba y provincia, se produjeron 8 mil accidentes laborales, lo que supone una subida del 3,6% con respecto al año anterior. Doce personas han perdido la vida en accidente laboral en los últimos doce meses. Según fuentes sindicales, habría que sumar otras cuatro muertes que no se reflejan en los registros oficiales.

La HOAC, Iglesia encarnada en al Mundo Obrero, quiere poner de manifiesto las causas de este aumento de la siniestralidad:

  • La última Reforma laboral y el conjunto de medidas aplicados para salir de la crisis responden a una apuesta que pasa por la desarticulación de la negociación colectiva y de los mecanismos de representación de los trabajadores y las trabajadoras y por la extensión de un modelo de relaciones laborales definido por la precariedad: enorme rotación, turnos sin control, altísima temporalidad y parcialidad, falta de conciliación.
  • La ausencia de inversión en prevención, en formación y en sensibilización, así como el incremento de los beneficios empresariales, son responsables de la pérdida de salud y de vidas de trabajadoras y trabajadores.

Subrayamos lo que nos dice el Papa Francisco:

 “… Trabajando nos volvemos más personas. Nuestra humanidad florece, los jóvenes se vuelven adultos trabajando. Sobre la tierra hay pocas alegrías más grandes que aquellas que se experimentan trabajando, al igual que se experimentan pocos dolores más grandes que aquellos dolores del trabajo cuando el trabajo explota, aplasta, humilla y mata…(a los trabajadores de la siderurgia. Génova mayo 2017).

 

Madrid | Eucaristía y concentración por los accidentes laborales

Flexibilidad y precariedad, Mundo obrero y del trabajo

Madrid | Eucaristía y concentración por los accidentes laborales

27 abril 2018

La delegación de Pastoral del Trabajo de Madrid celebró el jueves 26 de abril, a dos días de la jornada mundial por la Seguridad y la Salud en el trabajo 2018 una Eucaristía en solidaridad con las víctimas de los accidentes y enfermedades laborales y sus familias y en apoyo a los esfuerzos por conseguir un trabajo digno para todos y todas. Tras su conclusión, los asistentes se trasladaron a la Glorieta de Carlos V, en Atocha, para desarrollar una concentración pública.

 

Burgos | Concentración contra los accidentes de trabajo

Flexibilidad y precariedad, Iglesia

Burgos | Concentración contra los accidentes de trabajo

27 abril 2018

La HOAC  de Burgos convocó el jueves 26 de abril, a dos días de celebrarse el Día Mundial de la Salud y Seguridad Laboral, una  concentración para solidarizarse con los trabajadores que han sufrido accidentes y enfermedades laborales y mostrar su apoyo a sus familias, recordando, especialmente, a los trabajadores que han fallecido durante el último año víctimas de un accidente laboral. También para llamar la atención de instituciones públicas, empresas y sociedad en general sobre la gravedad de estos sucesos en cuya erradicación todos estamos implicados.

El acto tuvo lugar en la Plaza de Roma, junto a la parroquia de San Pablo, al término de la cual, se celebró una vigilia de oración, con motivo del on motivo del 1º de mayo, organizada por la comisión de Pastoral Obrera del arciprestazgo de Gamonal.

A continuación, reproducimos el comunicado leído en la concentración.

 

“Trabajo digno para una sociedad decente”

En España, según datos oficiales, en 2017 murieron 618 trabajadores/as en accidentes laborales, 11 más que en 2016. Son 2 trabajadores muertos cada día, 13 accidentes graves diarios, 1.598 accidentes con baja al día.

En la provincia de Burgos, en el último año han ocurrido 4 accidentes mortales en los que han fallecido otros tantos trabajadores, a los que ahora queremos recordar:

  • Juan José Murga Martínez, de 45 años, falleció el 7 de junio de 2017 a consecuencia del accidente que sufrío el 28 de abril del mismo año, laboral cuando estaba trabajando con una máquina de Kronospan ubicada en el barrio burgalés de Castañares.
  • José Antonio Ocaña, transportista originario de Ciudad Real, falleció el miércoles 30 de agosto de 2017 en un accidente al chocar el camión que conducía contra otro camión en el Km. 241 de la A-1, dentro del tramo de la circunvalación de Burgos.
  • Carlos Ubierna falleció el 15 de septiembre de 2017 en un choque entre dos camiones en la Nacional I, en Monasterio de Rodilla.
  • Luis Jiménez del Río, de 39 años, transportista de una empresa soriana de piensos, falleció el 27 de marzo de 2018 en un accidente, cuando perdió el control del vehículo en Mambrillas de Lara (Burgos)

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Burgos, desde nuestra campaña “Trabajo digno para una sociedad decente”, reafirmamos nuestro compromiso en la lucha por unas condiciones de trabajo dignas y por la defensa de la salud laboral.

 

No es normal que trabajadores/as vean expuesta su salud y su vida en el trabajo. Hay causas bien concretas y evitables, como son: la creciente precarización del empleo, el verse obligado a trabajar como sea para poder subsistir, la falta de control en las medidas de seguridad, la escasa formación, la subcontratación o la economía sumergida, la escasa cultura de prevención, la debilidad de la Inspección de Trabajo, el escándalo de eludir la responsabilidad empresarial de invertir en esta materia… En suma, la pérdida del respeto a la dignidad de la persona en el trabajo.

La siniestralidad laboral genera un enorme sufrimiento a trabajadores y familias. NO es mala suerte. NO es inevitable. El trabajo debe ser un lugar donde, además de ganarnos un sueldo para vivir, podamos desarrollar nuestras capacidades y ponerlas al servicio del bien común. NO un sitio donde enfermar o incluso morir.

Por todo ello reivindicamos ALTO Y CLARO:

  • Mejores condiciones laborales y mayor seguridad en los trabajos.
  • Implicación más activa de las instituciones para controlar el cumplimiento de la ley.
  • Mayor conciencia y sensibilidad social y empresarial.
  • Y que todos los trabajadores no nos resignemos ante esta tragedia cotidiana y crónica del mundo obrero y del trabajo que es la siniestralidad laboral.

El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Todos estamos llamados a implicarnos en la defensa de la vida en el trabajo. Necesitamos reaccionar. Si todos ponemos los medios necesarios crecerá la esperanza. El trabajo es para la vida. ¡Ni un muerto más! No a la siniestralidad laboral.

Queremos guardar un minuto de silencio para recordar a todos los trabajadores víctimas de accidentes y enfermedades laborales y mostrar nuestro apoyo a sus familias.

Rudy Gnutti, documentalista y ensayista: «Ha llegado el momento de repartir los beneficios de siglos de desarrollo»

Mundo obrero y del trabajo

Rudy Gnutti, documentalista y ensayista: «Ha llegado el momento de repartir los beneficios de siglos de desarrollo»

27 abril 2018

José Luis Palacios | Músico de formación, cineasta de profesión y ahora ensayista. Este italiano que rodó el documental «En el mismo barco» para indagar en el futuro del trabajo, amplía su discurso con «El mundo sin trabajo», un cuaderno de rodaje y un libro que supone un paso más en su empeño por defender el reparto equitativo de los frutos del desarrollo tecnológico.

¿De dónde viene tu interés, siendo un musico profesional, por estos temas?

Tuve un estudio de música durante 25 años, pero hace unos pocos comencé a trabajar como director de documentales, sabiendo, que tarde o temprano, acabaría haciendo este documental. También estudié Antropología Cultural en la Sapienza de Roma, donde leí el libro de Guy Aznar, «Trabajar menos para trabajar todos». Como artista freelance, al que le decían que no podría vivir de lo que hacía, me preguntaba por qué es tan importante el trabajo. En Italia, antes de decir tu nombre se dice tu profesión, ingeniero Franchetti, arquitecto Luigini… Mi padre, a los 40 años, siendo un campesino, consiguió montar una empresa que iba muy bien. Pero odiaba lo que hacía y en un momento comenzó a dedicarse al arte. No terminaba de adaptarse. De hecho, una vez me dijo: «espero que nunca tengas la mala suerte de vivir de una renta, porque te cambia la vida». Creo que mi padre tenía razón en algo. De hecho, Zygmunt Bauman dice que más difícil que repartir la gran riqueza que se ha creado con la tecnología será inventar una sociedad donde el pilar ya no sea el trabajo.

¿Qué impacto ha tenido el documental en estos dos años desde su estreno?

Las grandes distribuidoras no creían que la gente fuera ir al cine a ver esta película. Nosotros sí la movimos y la gente no ha parado de ir a verla. Se ha pasado en cines de media España. El fenómeno más curioso es lo que pasó en Barcelona. El cine Texas lo pasó cuatro o cinco meses, con debate después. La gente se quedaba sin entrar. A tres euros el pase, estaba lleno de jóvenes, de universitarios. Los políticos, los economistas deberían tener claro lo que va a pasar, o tendremos un problema que no sabremos resolver.

¿Por qué escribió el libro después de haber hecho el documental?

No podía desarrollar más el discurso en el documental. El libro es una manera de ampliar lo que salía en la película. A Bauman le encantó la película, vino a la presentación y habló de otras cosas que no salían en la película. El libro es también un viaje sobre cómo se hizo. Acabo la película con una pregunta: sabemos lo que hay que hacer, pero ¿quién lo va a hacer? En el libro planteo de dónde viene esa pregunta, el sentido que tiene y hago un análisis de donde estamos ahora y por dónde podríamos ir.

Y, ¿dónde estamos?

El trabajo manual, asociado a una clase obrera, está desapareciendo y aparece el precariado, que no es solo gente sin estudios. Tenemos una riqueza concentrada en pocas manos, lo que no tiene sentido ni a nivel moral, ni a nivel funcional. En el momento glorioso de la clase obrera, orgullosa de lo que hacía y de su poder, era capaz de imponer al dueño de una fábrica un acuerdo, porque había que convivir. Ya no es así. El propietario de la fábrica puede llevarse la fábrica a otra parte, o poner máquinas. Cuesta explicar a alguien que viene de esta experiencia obrera que no habrá trabajo, y que eso no tiene por qué ser negativo.

¿Hacia dónde va el barco?

Pensemos en un barco en el que vamos todos. Antes había 100 personas remando, había desigualdad, es verdad, pero había una distribución de los beneficios, aunque fuera dispar. Ahora el barco va con motor. ¿Por qué queremos que la gente vuelva a remar? No creo que hagan falta más servicios o productos. Decimos que hay que trabajar porque no sabemos repartir la riqueza de otro modo. Podemos parar los motores, y volver a remar, o pensar que el motor es de todos y lo que hay que repartir es la riqueza y la fuerza que sale de los motores.

Aquí es donde aparece la renta básica…

En la peli, en el libro, la profesora Mazzucato se pregunta por qué el teléfono es propiedad de alguien si el GPS que lleva es un invento del Estado, si el propio internet es fruto del esfuerzo del Estado… Se ha socializado el esfuerzo y se ha privatizado el beneficio. No tiene sentido. Lo lógico es pensar que ha llegado el momento de sacar los beneficios de siglos y siglos de desarrollo y esfuerzo y repartirlo entre la humanidad, la verdadera propietaria. Keynes decía que dentro de 100 años la tecnología lo cambiará todo. Marx lo dijo también, también dijo que el capitalismo explotaría, que llegaría un momento en que el 1% produciría cosas que el resto no podría comprar.

La renta básica, como concepto, es útil, no solo moralmente justo. Hay quien piensa que la renta básica es una propina para los pobres, para que puedan comprar. Muchos de izquierda piensan que como la renta básica viene también de Silicon Valley no es aceptable. Sería un truco capitalista, para que el círculo productor-consumidor siga. Pero la renta básica supone distribuir la riqueza de las máquinas, haciendo una reforma fiscal enorme. Es bueno desarrollar los motores lo más posible porque nos va a beneficiar a todos, si repartimos las ventajas. Las máquinas son cada vez más limpias, pueden serlo, y podrían producir casi cualquier cosa. El problema no sería crear la riqueza, sino cómo distribuirla. Hablamos de discutir la propiedad privada de las máquinas.

¿Desaparecería el trabajo como lo entendemos?

Si se da un sueldo a las personas, aunque me gusta más hablar de dividendo tecnológico, como dicen en Silicon Valley, todo el mundo podría vivir. Si necesitas un camarero, perfecto, ofrécele algo que le convenga, no esos 600 euros por 50 horas. Un ingeniero seguirá siendo ingeniero porque le gusta, un músico tocará porque le gusta… Habrá tareas que nadie querrá hacer, tendrán que pagarse muy bien. Lo que es muy lógico. Si yo hago lo que me gusta, ya tengo bastante recompensa. Lo utópico es pensar que podemos seguir así, tendremos cada vez mejores motores y habrá personas excluidas, sin que pase nada.

El otro gran problema es lo que pasará en sociedades tan acostumbradas a vivir de la centralidad del trabajo. Son ocho horas al día que te mantienen ocupado y que no te dejan pensar en quiénes somos o hacia dónde vamos. Eso puede asustar. Los economistas responden que ya se resolverá, que primero hay que evitar que la gente que ya no rema no muera de hambre. En el documental, una señora dice que en el futuro, sin tener que trabajar, haremos cosas bonitas. Ojalá.

¿Se entiende igual el mensaje del documental y del libro dependiendo de la generación a la que se pertenezcan?

Hay una diferencia generacional. Los jóvenes han cambiado su concepto de trabajo, porque no han tenido suerte con él. Las estadísticas dicen que los jóvenes ya no gastan en pisos y en coches, no tienen dinero, pero lo que tienen se lo gastan en conciertos y en viajes. Esto es cambiar el mundo, mucho más que salir en manifestación. El fabricante de Detroit y de Seattle tiemblan al ver estos datos. No comprar pone en peligro el sistema económico. Ya existen coches compartidos, ahora son de una empresa. Pero quién dice que en el futuro no sean de todos, porque, al final, se trata de un coche que ya no tiene la carga identitaria que tenía, aquello de tengo un coche bueno porque soy mejor.

Todavía se dice que el trabajo es una cuestión moral. ¿Eso quiere decir que hay que volver a remar no sea que las personas se dediquen a hacer cosas raras? ¿Qué pasa con el medioambiente? El sistema ahora solo funciona creciendo y creciendo. Seguir remando supone seguir destruyendo el planeta. La tecnología bien entendida puede ser una posibilidad para reorganizar la producción, el trabajo y el consumo. ¿Cómo podemos aprovechar el gran éxito de la tecnología, sin morir de éxito? La parte medioambiental es fundamental, aunque la trate poco. Hoy estas ideas se entienden mejor, se habla de renta básica, se llame como se llama, de separar el trabajo de la supervivencia. Algo está cambiando.

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5º Domingo de Pascua (29 de abril)

Iglesia

5º Domingo de Pascua (29 de abril)

26 abril 2018

Una religión sin contacto vital con el Resucitado no es la expresión de la fe cristiana en el Resucitado, en el Dios Trinidad. Sin ese encuentro con el Resucitado, cada día, nuestra fe se vuelve estéril. Lo esencial es experimentar la sanación que Jesucristo produce en nuestra vida, recuperando nuestra humanidad. Como decía Tomás Malagón, “solamente hay una novedad en nuestra vida. Una y no más: el advertir esta Presencia. Y de tal modo es la única novedad, que llega a convertir en nuevo todo (…) Reconocer la presencia operativa y operante del Misterio del Padre en nuestra vida”.

Para eso oramos, para poder reconocer el misterio de Amor de nuestra vida.

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Foro de Laicos | El papel de los laicos en la nueva evangelización

Iglesia

Foro de Laicos | El papel de los laicos en la nueva evangelización

25 abril 2018

El Foro de Laicos ha celebrado su habitual Jornada de Encuentro y Reflexión, con la presencia de algunos de los representantes de los 46 movimientos y asociaciones que lo componen, entre los que se encuentra la HOAC, en su misma sede, para reflexionar en comunión sobre varias ponencias en torno a “La nueva evangelización se hará, sobre todo, por los laicos o no se hará” (CLIM, nº 48).

La Jornada se inició con una emotiva oración por los cristianos de Siria, preparada por Comunión y Liberación. Acto seguido, Dña. Dolores García Pi, presidenta del Foro de Laicos, saludó a los participantes. La presidenta destacó el hecho evidente de que la Iglesia vive un año apasionante y lleno de desafíos, por la celebración en octubre de la Asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos en Roma, con el título “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. En referencia a la reflexión sobre el laicado, recordó que el Papa Francisco concibe a la Iglesia y al laico como aquel que está proyectado en el corazón de la vida social y que es capaz de buscar e imaginar respuestas válidas a los problemas actuales.

A continuación, tuvo lugar la  ponencia bajo el título “Cristianos laicos, Iglesia en el mundo (CLIM), actualidad y actualización”, a cargo de nuestro consiliario y Director del Secretariado de la CEAS, D. Luis Manuel Romero Sánchez. En ella se instó a discernir sobre el lugar que ocupa en las diócesis el apostolado seglar, partiendo de que las líneas generales del CLIM siguen siendo actuales. Es menester reconocer a los laicos lo que les corresponde por ser bautizados, porque “ellos son Iglesia, tan Iglesia como los pastores. Son Iglesia en el mundo, el alma de la sociedad”. Y es que en el mismo CLIM se habla de corresponsabilidad, participación y misión en la Iglesia y en la sociedad civil. La alegría, el optimismo y la esperanza deben ser la clave del laico en el mundo actual. Existe la necesidad de laicos con visión de futuro, pues como dice el CLIM “la evangelización se hará, sobre todo, por los laicos o no se hará’.

Dña. Camino Cañón, Directora de la Biblioteca de Autores Cristianos y expresidenta del Foro de Laicos España, informó sobre el Foro de Laicos Europeo, de cuyo Comité Directivo forma parte. El Foro de Laicos Europeo es una realidad plural, una asociación informal que no tiene reconocimiento pontificio, y que organiza diversas reuniones y actividades anuales. La realidad laical europea es muy diversa, y la misión del Foro de Laicos Europeo no es otra que el apoyo mutuo de los diferentes foros de laicos nacionales para afrontar tal diversidad. Además, Dña. Camino animó a la participación en la próxima Asamblea que se celebrará en Lisboa el próximo mes de junio.

Para concluir la mañana, los representantes de los diversos movimientos y asociaciones presentes dieron a conocer las respuestas que enviaron con respecto a su aplicación de alguna de las distintas realidades del CLIM. Esta dinámica nos permitió conocer la situación concreta en la que se encuentra cada movimiento y asociación, así como las actividades y los procesos formativos con los que cuenta cada uno de ellos.

Por la tarde, se reanudó la jornada con una mesa redonda sobre el próximo Sínodo de Obispos “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” en la que participaron D. Raúl Tinajero Ramírez, Director del Departamento de la Juventud-CEE, junto con D. Javier Medina, joven español representante de la CEE en el pre-Sínodo,  y Dña. María Isabel Herrera, presidenta de JOC, y D. Eduardo Martín Ruano, presidente de JEC. D. Raúl nos habló del tema “La Pastoral Juvenil en España: en camino con el Sínodo” para que posteriormente, D. Javier nos presentara su vivencia en el pre-Sínodo, y Dña. María Isabel y D. Eduardo nos ofrecieran aportaciones sobre la iniciativa “Iglesia en diálogo”. Todos ellos manifestaron diferentes testimonios que confluían en la necesidad de la vivencia con esperanza y comunión del mensaje de Cristo. Los jóvenes piden menos clericalismo, más compromiso y más responsabilidad. Anhelan una Iglesia relacional, abierta a relacionarse, que valore como se merece el papel de la mujer en la Iglesia, que sepa comunicarse mejor con las ideas de hoy y no sea excesivamente moralista, pero siendo siempre fiel a Jesús y al Evangelio. Se concluyó que el fin último de la labor que se está llevando a cabo no es para que las iglesias se llenen de jóvenes, sino porque el joven necesita de la Iglesia. La Jornada finalizó con la celebración de la Eucaristía. Y nos despedimos hasta la próxima cita que será en noviembre en la Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria, donde también celebraremos el XXV aniversario de la existencia de nuestro Foro de Laicos.

La violación de la dignidad del trabajo humano

Internacional, Paro, pobreza y exclusión

La violación de la dignidad del trabajo humano

25 abril 2018

Francisco Porcar | Hace ya bastantes años, en 1981, Juan Pablo II decía que los pobres son en muchos casos «resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano» (Laborem exercens, 8). También el papa Francisco, más recientemente: «Hoy el trabajo está en riesgo, en un mundo donde el trabajo no se considera con la dignidad que tiene y que da» (Encuentro con el mundo del trabajo en Génova, 27 de mayo de 2017). El informe de la Organización Internacional del Trabajo, «Perspectivas sociales y de empleo en el mundo. Tendencias 2018», es un retrato de esta violación de la dignidad del trabajo. Las principales constataciones y tendencias señaladas por este documento son:

1º. El crecimiento económico mundial ha repuntado y se prevé que permanecerá estable aunque bajo, por debajo del 4%.

2º. El desempleo mundial sigue siendo muy elevado: 192 millones de personas. La tasa mundial de desempleo fue del 5,6% en 2017 y se estima en el 5,5% para 208. En 2019 se calcula que habrá 1,3 millones más de desempleados.

3º. Aumenta el empleo vulnerable y desde 2012 está estancada su reducción. Alrededor del 42% de los trabajadores del mundo (1.400 millones de personas) se encuentran en diversas modalidades de empleos vulnerables. En los países «en desarrollo» ese porcentaje es del 76%.

4º. Se ralentiza el ritmo de la reducción de la pobreza laboral. Los ingresos o el consumo per cápita de más de 300 millones de trabajadores de países «emergentes» y «en desarrollo», son inferiores a 1,90 dólares al día. En los países «en desarrollo», el número de personas en extrema pobreza laboral (menos de 1,90 dólares/día) es del 40% de los empleados. La pobreza laboral moderada (ingresos entre 1,90 y 3,10 dólares/día) afecta a 430 millones de trabajadores y trabajadoras de países «emergentes» y «en desarrollo».

5º. Hay importantes variaciones entre países y regiones: en los países «desarrollados» van ya seis años consecutivos con tasas de desempleo descendentes, pero con un desempleo persistente, un amplio porcentaje de trabajadores desanimados y una creciente incidencia del empleo a tiempo parcial involuntario. Sin embargo, entre 2014 y 2017, las tasas de desempleo en los países «emergentes» han aumentado y se estima un incremento de 0,4 millones de desempleados en 2018 y de 1,2 millones en 2019. En los países «en desarrollo» se estima un aumento del desempleo en 0,5 millones, tanto en 2018 como en 2019.

6º. Hay muchas desigualdades de género. Las mujeres tienen un déficit de participación en la población activa de 26 puntos respecto a los hombres. Cuando sí participan tienen menos posibilidades de encontrar un empleo y cuando lo encuentran tienen más dificultades para que sea un empleo de calidad. El desempleo de los jóvenes es del 13%, casi tres veces más que los adultos. Entre los jóvenes se producen también las desigualdades de género, que marcan su futuro.

7º. El desplazamiento de trabajadores hacia el sector servicios, donde las malas condiciones de trabajo son mayores que en la industria, y donde abunda el trabajo a tiempo parcial, está empeorando la situación de vulnerabilidad.

8º. El envejecimiento de la población complica aún más las cosas y plantea retos importantes: mantener fuera de la pobreza a la población jubilada, promover el trabajo decente para una población trabajadora en creciente envejecimiento…

Está muy claro: mientras sea la lógica de un sistema económico regido por la máxima rentabilidad la que someta el trabajo humano nada cambiará y los derechos de las personas trabajadoras serán pisoteados y sometidos a la destructiva rentabilidad económica (que destruye la vida de los trabajadores y del planeta), cuando son precisamente esos derechos los que deberían ser el criterio justo para el funcionamiento de la economía (Laborem exercens, 17). Por eso es totalmente cierto lo que dice el papa Francisco: «Es necesario quitar centralidad a la ley del provecho y darla a la persona y al bien común» (Encuentro con el mundo del trabajo en Bolonia, 1 de octubre de 2017). No hay otro camino.

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Tema del Mes | Aportación de Laudato si’ a las organizaciones de trabajadores

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Tema del Mes | Aportación de Laudato si’ a las organizaciones de trabajadores

24 abril 2018

Laudato si’ contiene reclamos y propuestas ineludibles que el mundo sindical, como comunidad y escuela de valores, no debería desatender. Scannone, exponente de la Teología del Pueblo y antiguo profesor de Bergoglio, ofrece su ponencia en el Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales en el Vaticano, claves para reforzar su protagonismo en la denuncia de las injusticias pero también en el ejercicio de la solidaridad.

Juan Carlos Scannone, SJ | Profesor de Filosofía y Teología en la Universidad USAL de San Miguel (Argentina)[1]

Populorum progressio (PP 1967), del beato Pablo VI, inauguró una serie de encíclicas sobre el desarrollo humano integral, es decir, orientado a «promover a todos los hombres y a todo el hombre» (PP 14). Y, aunque Laudato si’ (LS 2015) no forma parte de esos textos conmemorativos, con todo, bien puede considerarse una nueva relectura de esa misma temática desde una consideración actualizada de nuevos signos de los tiempos. Pues no se pueden separar la cuestión de nuestra casa común –la hermana madre tierra– de la del desarrollo social humano, sobre todo si además de integral, lo planteamos como sostenible.

La presente exposición desea recoger, para los trabajadores y sus movimientos, las nuevas aportaciones de esa encíclica referentes a dicha problemática. En primer lugar abordaré la crisis socioambiental. Esta pone en jaque el tipo de desarrollo no integral que de hecho hoy se está promoviendo globalmente; aludiré a sus síntomas, pero sobre todo, trataré de su raíz más profunda según el Papa, a saber, el paradigma tecnocrático y su absolutización de la razón instrumental. En una segunda parte, tendré en cuenta lo que dice Francisco –en la encíclica y fuera de ella– sobre el papel protagónico de los movimientos de trabajadores, de todos los trabajadores –aun de aquellos que no gozan de un empleo formal–, como respuesta a dicha crisis; pues considera, como Juan Pablo II, al trabajo como «una clave, quizás la clave esencial de toda la cuestión social» (LE 3). De esa manera concluiré mi exposición, mostrando algunos caminos de respuesta propuestos por Francisco, pero privilegiando aquellos en los cuales el Señor nos «primereó», es decir, de hecho ya tomó la iniciativa, que la fe y una buena voluntad bien informada descubren como nuevos signos de los tiempos. Señalaré entones el surgimiento de posibilidades reales de un desarrollo humano alternativo, es decir: integral, sostenible y solidario.

La crisis y su raíz humana profunda

LS aborda «lo que está pasando a nuestra casa» común (LS cap. 1º), debido a los rápidos cambios «que no necesariamente se orientan al bien común y a un desarrollo humano, sostenible e integral» (LS 18). Entonces Francisco enumera en detalle los graves deterioros ambientales y sociales, para concluir diciendo:

«No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola crisis socioambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad de los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza» (LS 139).

En solo dos palabras, la respuesta a la crisis propuesta por la encíclica se resume en: «ecología integral», a saber, simultáneamente ambiental, económica, social, cultural y de la vida cotidiana. Es otra manera de nombrar el desarrollo humano integral y sostenible.

Pero el santo padre no se queda en el mero análisis de los síntomas de esa única crisis, sino que señala cuál es su raíz humana y cultural, matriz de dichos estilos y modelos, a saber, el paradigma tecnocrático (LS 101), homogéneo y unidimensional (LS 106).

Por lo tanto, no se trata de la técnica, de la tecnología o de la tecnociencia por sí mismas, sino de la tecnocracia. Pues el sufijo «cracia» alude al poder que dichas innovaciones tecnológicas confieren «a quienes tienen el conocimiento y sobre todo el poder económico para utilizarlo» (LS 104). Pues «nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo» (ibid.). El Papa concluye finalmente preguntándose: «¿En manos de quiénes está y puede llegar a estar tanto poder? Es tremendamente riesgoso que resida en una pequeña parte de la humanidad» (Ibid.).

Ya pensadores del siglo XX, posteriores a la primera guerra mundial y, sobre todo, a la segunda, señalaban el reduccionismo de ese modo de entender vida y acción. Por un lado, se reduce toda relación humana con la naturaleza, con los otros hombres y aun con Dios, a la relación del sujeto con objetos. Sobre ese punto asevera el Papa:

«Se destaca un concepto del sujeto que progresivamente, en el proceso lógico-racional, abarca y así posee el objeto que se halla fuera. Ese sujeto se despliega en el establecimiento del método científico con su experimentación, que ya es implícitamente técnica de posesión, dominio y transformación. Es como si el sujeto se hallara frente a lo informe totalmente disponible para su manipulación» (LS 106).

Es decir, «ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las cosas por imposición de la mano humana, que tiende a ignorar u olvidar la realidad misma de lo que tiene delante» (ibid.). Notemos los verbos empleados por Francisco: abarcar, poseer, dominar, disponer, manipular, extraer, imponer, ignorar, olvidar, aun tratándose de personas, por ejemplo, los trabajadores y excluidos.

Ese reduccionismo se traduce, en el orden práctico, en la absolutización de solo un tipo de racionalidad humana: la razón instrumental, que no tiene que ver con los primeros fundamentos ni con los fines últimos, sino solo con los medios más eficaces para lograr fines u objetivos inmediatos. A ella no le interesa lo bueno, verdadero y bello, sino solamente lo útil que responde a esos intereses inmediatos. Aún peor, el Papa agrega que, debido a la vigencia de dicho paradigma mental y cultural, «los objetos productos de la técnica no son neutros, porque crean un entramado que termina condicionando los estilos de vida y orientan las posibilidades sociales en la línea de los intereses de determinados grupos de poder. Ciertas elecciones, que parecen puramente instrumentales, en realidad son elecciones acerca de la vida social que se quiere desarrollar (LS 107).

Según Francisco, no es cuestión, en primer lugar, de las teorías económicas, «sino de su instalación en el desarrollo fáctico de la economía. Quienes no lo afirman con palabras lo sostienen con los hechos, cuando no parece preocuparles una justa dimensión de la producción, una mejor distribución de la riqueza, un cuidado responsable del medio ambiente o los derechos de las generaciones futuras. Con su comportamiento expresan que el objetivo de maximizar los beneficios es suficiente. Pero el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral ni la inclusión social» (LS 109).

[1] La versión íntegra se publicará en Stromata, revista de las Facultades de Filosofía y Teología de los jesuitas en Argentina.

 

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Peligros y oportunidades en la era de la posverdad

Colaboraciones, Iglesia

Peligros y oportunidades en la era de la posverdad

23 abril 2018

Josetxo Vera | Oficina de Información de la CEE. Doctor en Comunicación Pública.

Unas cuantas expresiones en inglés se están poniendo de moda entre los periodistas y son presentadas como los nuevos enemigos de la profesión: los bubble filters, las echo chambers o las fake news están poniendo contra las cuerdas la esencia del periodismo: el acceso a la verdad.

Hemos pasado de una verdad sólida, indisputable e incuestionable a la desaparición de la verdad, empantanada y ahogada en lo que se llamó la dictadura del relativismo. Ese tiempo ha sido sepultado por otro nuevo al que se ha llamado la era de la posverdad: las opiniones ya no son todas aceptables, ahora triunfa una por encima de todas, la posverdad. En este tiempo, las expresiones en inglés, sin darse a conocer en demasía, configuran y consolidan nuevas acciones y nuevas decisiones.

Este es el marco en el que trabaja la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede, que a finales de enero, presentó a los delegados de Medios de las diócesis españolas su nuevo organigrama de comunicación, con el objetivo de llegar a más con una estructura adecuada a los nuevos formatos y a los nuevos retos informativos. El trabajo coordinado busca salir más rápido no solo para defender la verdad sino para proponerla de modo más consistente.

Estamos ante la nueva batalla del periodismo clásico, que ahora afecta también a las instituciones y a su comunicación institucional. Ese periodismo que simplemente trabaja para poner en relación a las personas con la verdad de lo que ocurre. De eso trata esta profesión, para eso existe, es su razón de ser: servir al hombre, acercándole a la verdad y permitiéndole ser libre, y servir a la verdad dándola a conocer. Por eso, cuando no hay verdad no hay periodismo, ni tampoco libertad, ni humanidad, ni futuro, ni esperanza.

Los obispos de la Comisión de Medios de la CEE hablaron el año pasado de esta necesidad: «El llamamiento que nos corresponde es el de permanecer en el terreno firme de la verdad. Un terreno en el que cada avance de la sociedad se suma a los anteriores y conduce a los siguientes. Vivir al tiempo en que las aportaciones de los antepasados mejoran a los contemporáneos y juntos ayudan a preparar un futuro mejor para los que vienen detrás (…). En el terreno de la verdad brotan y florecen todas las grandes realidades necesarias para el desarrollo de la humanidad: el amor, el conocimiento, el progreso, la alegría, la esperanza, la confianza. Nada de ello hay en la mentira o en el ocultamiento de la verdad. Estamos a tiempo de permanecer en la verdad como motor imprescindible de la humanidad».

Contra esa verdad, que pone en relación la realidad y la persona, la posverdad se puede definir como la adecuación de la persona a la opinión mayoritaria, a lo socialmente correcto, que es mudable, efímero y fugaz, y, por definición, independiente de la realidad. En este mundo de la posverdad flotan esos tres enemigos a los que aludíamos al principio.

El más conocido es el de las fake news. No es un fenómeno nuevo, pero ha cogido relevancia en estos dos últimos años. El papa Francisco dice que la primera fake new es la de la serpiente, en el pecado original: la confusión entre verdad y mentira. Esa confusión tiene una lógica que la hace apetecible, simpática, interesante y, por todo ello, viral. El antídoto, señalaba Lucio Adrián, de la Secretaría para la Comunicación, a los delegados de Medios, es la práctica de la profesión, con su rigor y sus criterios propios (contrastar fuentes, comprobar datos, rectificar…), el conocimiento y la confrontación con el otro en el diálogo.

El segundo enemigo de la verdad periodística en el actual contexto es el de los bubble filter, los filtros burbuja, que crean los algoritmos de las fuentes de información más importantes que existen en el mundo: los buscadores y las redes sociales. Tanto Google como Facebook, Twitter, Instragam o incluso las ofertas televisivas de plataformas como Netflix ofrecen a sus usuarios resultados a sus búsquedas que son coherentes con lo que sus algoritmos han definido que está en su ámbito de interés.

No nos ofrecen respuestas de lo que hay en el mundo, sino respuestas que a nosotros nos van a gustar o interesar. Cuando habíamos empezado a pensar en internet como la solución a los filtros que establecen los poderes económicos e ideológicos a la difusión de noticias en los medios, resulta que internet se ha convertido en un filtro más perfecto, más rotundo, y por tanto más limitador.

Esto lleva al tercer enemigo, las echo chamber, las cámaras de eco. Es la aplicación de los filtros burbuja a las ideas. Hay ideas que alcanzan una relevancia social porque resuenan de grupo en grupo de manera desproporcionada a su interés o a su valor. Esto ocurre porque se difunden en una cámara virtual en la que interactúan de manera muy persistente unos pocos elementos que hacen resonar las mismas ideas en ese grupo de Facebook, de Whatsapp, grupo de Twitter, etc.

Ante estos tres peligros conviene apuntar dos soluciones. En primer lugar animar y exigir un periodismo profesional, comprometido con la verdad, aferrado a la deontología profesional. Esto lo podemos hacer todos los ciudadanos, porque los periodistas están a nuestro servicio, para permitirnos ese derecho universal al conocimiento de la verdad, a informar y a ser informados. La segunda solución también está en manos de los ciudadanos y es su responsabilidad. Hay que romper los filtros burbuja y salir de las cámaras de eco. Debemos buscar información en fuentes alejadas de nuestra forma de pensar, seguir a personas que no piensan lo mismo que nosotros, consultar medios de comunicación opuestos a nuestros intereses. Hacer expreso en internet nuestro deseo de conocer lo que dicen los demás, porque el riesgo verdadero es que internet solo nos diga lo que nosotros queremos escuchar.

Los peligros son fuertes pero las soluciones están en nuestra mano, si seguimos en peligro la responsabilidad es nuestra.

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Trabajadora de ayuda a domicilio: «Es muy duro vivir preocupada de si llegas a final de mes»

Colaboraciones, Flexibilidad y precariedad, Mujer trabajadora

Trabajadora de ayuda a domicilio: «Es muy duro vivir preocupada de si llegas a final de mes»

20 abril 2018

Elena Moreno | Inma es una mujer de 56 años, vecina de la Vall d’Uixó (Castellón), que lleva toda la vida trabajando. Actualmente se encuentra en una situación complicada: separada y con una hija de 20 años en la universidad. Es una de tantas trabajadoras y trabajadores pobres que, aun teniendo un sueldo, no le da para mantener a su familia y llegar a final de mes, sin apuros.

¿Cuál ha sido tu experiencia laboral?

Empecé a trabajar con 14 años en una tienda de electrodomésticos, pero solo estuve un año. Enseguida entré a trabajar en una serrería, en la que estuve 20 años, hasta que la cerraron por la crisis. Trabajábamos chicos y chicas, todos con el mismo salario, y estuve muy bien. Me gustaba este trabajo y la relación con mis compañeros era muy buena.

Después de esto, me tuve que reciclar y me saqué el título de Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y el de geriatría para trabajar en esto de manera profesional. Por suerte, pronto encontré trabajo en una casa en la que estuve tres años. Fue una experiencia muy bonita y satisfactoria. Descubrí que me gusta mucho cuidar de las personas mayores y me di cuenta de que valía para eso. Pero lo tuve que dejar porque mi hija estaba en el colegio y no tenía a nadie que me la cuidara. Tenía un horario que me impedía atenderla y estaba siempre sola o con las vecinas para que yo pudiera irme trabajar. A parte, no tenía tiempo para arreglar nada, ni papeles, ni cosas que yo necesitaba, y tampoco tenía tiempo para mí misma. Así que estuve una temporada en la que aprovechaba las horas que mi hija estaba en el colegio para ir a limpiar casas, escaleras, despachos…, lo que saliera.

¿Cuál es tu situación actual?

Desde hace cinco años trabajo en una casa particular cuidando a tres hermanas que tienen más de 80 años y les limpio la casa. Una de ellas necesita más cuidados, incluso para ducharse y vestirse. Tengo una jornada laboral de 34 horas semanales, a tiempo partido, por lo que hago 4 viajes al día: de nueve a una por la mañana y dos horas por la tarde, pero igual entro a una hora y salgo a otra porque ellas me dicen cada día lo que tengo que hacer. Luego, el seguro me lo pago yo de mi jornal, y no me corresponden ni pagas extra, ni desplazamientos, las vacaciones me las tengo que repartir y no tengo derecho a paro ni nada.

¿Y en cuanto al sueldo?

Cuando empecé acordamos que cobraría 900 euros, pero como me descontaban el seguro, se quedaba en 700 euros. De todas formas, era un trabajo que me gustaba y lo acepté. Pero cada día me pedían un poco más y acabé haciendo de todo: limpiar, lavar, cortinas, paredes, además de cuidar a la hermana, que cada vez necesitaba más ayuda. Así que les pedí un aumento de sueldo, y me lo dieron.

El problema es que desde hace siete meses estoy de baja y todo ha cambiado. He estado cobrando 600 euros al mes, y ahora me ha bajado a 550 euros. Me llaman continuamente para ver cuándo voy a volver o dicen que se buscarán a otra persona. Pero yo no puedo hacer nada.

¿Cómo afecta esta situación a tu familia?

La verdad es que cuesta mucho llegar a final de mes. Además, con mi hija en la universidad y sin beca, mucho más, porque no puedo dejar de ayudarla para que estudie. Es su segundo año en la Universidad de Valencia y vive en un piso alquilado, tengo que pagar el material, la alimentación y lo que haga falta. No le puedo dar ningún capricho porque no hay para más. Pero doy gracias a Dios porque ella lo entiende y no me exige nada. A parte, se ha sacado un cursillo de socorrista y en verano trabaja para ayudar con sus gastos y ayudarme a mí.

Y a nivel personal, ¿cómo lo vives?

Pues no demasiado bien. Anímicamente es una situación muy dura, porque sientes que has estado toda la vida trabajando para verte ahora así, siempre preocupada de si llegamos o no a final de mes, si puedo pagar esto o no tengo para comer ni nada.

¿Qué sería para ti un trabajo digno?

En mi opinión, deberían de cambiar muchas cosas. Para las personas que trabajamos en ayuda a domicilio las condiciones continúan siendo muy precarias: tendrían que pagarnos el seguro, tener pagas extra, como una trabajadora normal. Por otra parte, si estas mujeres me quisieran despedir, no tendría derecho a cobrar paro pues mi seguro no contempla esa situación. Además, sería necesario que nos pagasen un salario digno, por lo menos, para poder vivir con dignidad. Me gustaría poder ayudar más a mi hija. En mi caso, puedo seguir adelante gracias a la ayuda de mis hermanas. De lo contrario, sería imposible.

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