ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN

La vida económica 1

La economía es una realidad esencial de la vida del ser humano porque no es otra cosa que la manera de organizar la producción y la distribución de los bienes para responder a las necesidades del ser humano. Por eso la economía es política, como actividad humana en la vida social que es.

La vida económica 2

Para una economía con rostro humano es necesario responder a algunas preguntas fundamentales de la vida económica poniendo en primer lugar la dignidad de la persona y el bien común.
¿Para qué producir?
Según la DSI, la finalidad de la economía es la satisfacción de las necesidades humanas entendidas en su sentido pleno:

El destino universal de los bienes

Si queremos que el bien común sea una realidad práctica y efectiva no podemos pasar por alto toda la cuestión relativa al uso de los bienes y el derecho a la propiedad. En la tradición cristiana se ha insistido siempre en que no somos dueños absolutos y exclusivos de los bienes, sino administradores de los bienes que Dios ha puesto en nuestras manos para uso de todos.

El trabajo humano 1

Estamos tan acostumbrados a considerar el trabajo humano solo como una variable económica que nos cuesta mucho entender su verdadero sentido. La cuestión del trabajo constituye una cuestión política básica y fundamental, es clave esencial de toda la cuestión social porque es una dimensión esencial de la existencia humana.

El trabajo humano 2

El trabajo no es únicamente un medio para conseguir ingresos económicos. La DSI considera que el trabajo es un deber, una responsabilidad de la persona hacia sí misma y hacia el prójimo. Debemos contribuir con el propio trabajo a la vida familiar y social porque es una forma fundamental de servicio mutuo, camino de humanización y realización personal y social.

La empresa

En el ámbito del trabajo, no podemos ignorar ni dejar de hablar acerca de la empresa, que es una institución social fundamental para que el valor del trabajo humano se realice plenamente. La existencia de las empresas se debe fundamentar en tres pilares: el ejercicio de la libre iniciativa en el ámbito económico, el carácter social del trabajo humano y las necesidades de la sociedad.

El cuidado de la creación

La DSI nos remite a la responsabilidad por el cuidado de la naturaleza a partir del destino universal de los bienes y de la responsabilidad que tenemos los unos sobre los otros. La responsabilidad humana en la Creación es el cuidado de la casa común y de la familia humana que la habitamos

La comunidad internacional y el derecho al desarrollo

El desarrollo no solo es una aspiración justa y legítima, sino un derecho de las personas y de los pueblos. Es por eso que si miramos la realidad desde la perspectiva de los empobrecidos podemos apreciar la urgencia de transformar el modelo de sociedad, porque existe un contraste brutal entre la riqueza, las enormes posibilidades técnicas y científicas

La comunidad internacional y el derecho al desarrollo 2

En nuestro mundo, convive la situación de personas y pueblos que no disponen ni de lo más básico para vivir con otras sociedades en las que existe una sobreabundancia de todo tipo de bienes materiales. Esta y otras situaciones chocan de frente con el derecho al desarrollo que todos tenemos.

Las migraciones y el derecho del emigrante 1

No se puede hablar de la comunidad internacional sin detenerse en el fenómeno migratorio. Pero habitualmente nos referimos a él en términos deformados, tratándolo como un problema. Es más ajustado hablar de las migraciones como un fenómeno humano de gran importancia que, cuando se gestiona mal, genera problemas

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