He aquí un posible currículum de Jesús escrito por sus paisanos: “un artesano (obrero eventual), y no un maestro; y descendiente, al parecer, “irregular”, de una mujer llamada María, dentro de una familia conocida (y de poco valor)”. Jesús, el tekton, es alguien que carece de la identidad que da la tierra. Antes de llamarse el Cristo (y para serlo), él ha debido aparecer como “el obrero”, un hombre sin estabilidad económica propia, alguien que depende de aquellos que le llaman y le encargan tareas ajenas.