En su reunión anual sobre las personas migrantes, las Cáritas de los países del Mediterráneo han expresado su crítica y preocupación por las políticas migratorias de la Unión Europea, que se caracterizan sobre todo por la repatriación de inmigrantes, la externalización del fenómeno, el control de las fronteras y la criminalización de los inmigrantes (creciente en muchos países miembros de la UE) y no, como debería ser, por el respeto efectivo de los derechos humanos.

La Cáritas, desde su experiencia de trabajo con estas personas, denuncia que las políticas restrictivas les fuerzan a viajes muy peligrosos, en manos de traficantes, pues extienden de hecho la inmigración irregular. La política de externalización de la UE crea graves problemas en países fronterizos de la Unión y, sobre todo países del Norte de África, han pasado a ser países de destino involuntario de los inmigrantes, que sufren allí violaciones de sus derechos. La política de devolución de inmigrantes ni es humana ni es sostenible.

Por todo ello, las Cáritas del Mediterráneo y Cáritas Europa piden a la UE:

1.- Que no potencie la creación estructural de inmigrantes irregulares, vele efectivamente por los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, y modifique la legislación en favor de políticas migratorias justas y sostenibles.

2.- Que no se detenga a inmigrantes y solicitantes de asilo por el simple hecho de serlo.

3.- Que no se dediquen los recursos preferentemente al control de fronteras y a la gestión de la devolución de inmigrantes.

4.- Que promueva en todos los Estados miembros un compromiso en el reasentamiento de refugiados.