El miedo nos acecha (“corderos en medio de lobos”), la falta de preparación es evidente, los medios limitados. No importa, Jesús nos manda: “id” a la misión. “¡En marcha!”. Caigamos en la cuenta de nuestra responsabilidad misionera, fijándonos obedientemente en la inusual y olvidada práctica que para ello nos propone Jesús. Pero sobre todo recordemos […]
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