La lucha anti-ideológica no es cuestión sólo de “doctrina”, sino de la acción “increpadora” del evangelio hecho vida. ¿No suscita en nosotros una tremenda alegría estar participando en esta lucha humanizadora? La guerra contra el “demonio” del capitalismo, en la que nos hemos embarcado como militantes de la HOAC, requiere, entonces, por nuestra parte, estar pertrechados con un PPVM como el de Jesús.