Perder la vida es estar dispuesto a arriesgarlo todo por el amor que recibimos y experimentamos de parte de Dios. Estar dispuestos a volver del revés nuestra existencia, descentrándonos, dejando que el centro lo ocupe Jesús, poniendo en el centro a las personas empobrecidas en quienes encontramos el rostro de Cristo. La plena realización de […]
Continua leyendo