El misterio de la Santa Navidad proclama esta inviolable dignidad humana con un vigor y una autoridad inapelable, que sobrepasa infinitamente a la que podrían conseguir todas las posibles declaraciones de los derechos del hombre. Navidad, la gran fiesta del Hijo de Dios, que ha aparecido en nuestra carne (Rovirosa, OC, T.III. 528).