La festividad de Todos los Santos es día para hacer memoria y agradecer. Nuestra vida sería muy distinta –tenemos que admitirlo- si no hubiera sido acompañada por esa multitud de testigos, de santos “de la puerta de al lado” que Dios puso en nuestra vida. Recordamos a cada uno por su nombre, a cada una por su sencilla aportación de fe, de esperanza y amor en nuestra vida. A cada quien por lo que, con la sencillez de lo cotidiano, ha añadido a mi historia entretejida de encuentros y abrazos en las periferias, donde la gratuidad abunda y se desparrama.
Por cada nombre, por cada vida, por cada encuentro, por cada compromiso compartido, por cada brizna de evangelio que me han enseñado, le doy gracias a Dios. Y a ellas y a ellos les pido que sigan acompañando mi propio camino de santidad.
Fiesta de Todos los Santos 2020