Paco Álamos | Responsable de Compromiso de la HOAC.

El Fondo de Solidaridad Internacional (FSI), apoyo fundamental para desarrollar la militancia en comunión y colaboración con el resto de trabajadores y trabajadoras del mundo, financiará en 2020 siete proyectos de cooperación por valor de 44.027,90 euros y estudia participar en otros diez nuevos proyectos.

Fue en noviembre de 1991, cuando echaba a andar el Fondo de Solidaridad Internacional con la intención de dar a conocer la situación en que se encuentran los trabajadores y trabajadoras de los países del sur, y apoyar proyectos para la promoción y formación obrera.

En 2020, está previsto financiar proyectos que tienen como beneficiarios a toda la militancia del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), a los miembros del Movimiento de Trabajadores de la India, de Cuba, de Togo, de la organización boliviana de Contexto y del Equipo de Pastoral Social Portoviejo de Ecuador.

En concreto, la colaboración financiera con la arquidiócesis de Portoviejo servirá para apoyar la capacitación de jóvenes de 10 organizaciones comunitarias en la «cultura de la paz», la formación de animadores y animadoras que trabajan con niños en el movimiento Sembradores de paz y el fortalecimiento de la cita organización.

La intervención en Togo, por ejemplo, persigue ayudar a trabajadores que son explotados en la zona franca. Los sindicatos están prohibidos y no tienen permiso para reunirse. La organización cristiana de trabajadores togoleses cuenta con un plan de acción de tres años para la educación y la sensibilización de 3.000 trabajadores que contribuya a mejorar las difíciles condiciones de vida y de trabajo y poner fin a los despidos abusivos sin respetar las leyes sociales y los convenios laborales.

Aunque una gran parte del presupuesto total se apoya en el esfuerzo económico de los militantes de la HOAC, el Fondo está abierto a las aportaciones de otras organizaciones y personas sensibles con esta realidad y dispuestas a fortalecer la estructura y acciones de otras organizaciones obreras cristianas del mundo.

Criterios para solicitar la colaboración

Si bien, la mayoría de entidades con las que colabora este fondo, pertenecen, como es lógico, al MMTC, en el que está integrado la HOAC, cualquier entidad puede beneficiarse del mismo, siempre y cuando cumpla los criterios del mismo.

Las solicitudes se pueden cursar a través de la organización internacional de trabajadores cristianos, de un o una militante de la HOAC, y de cualquier otra persona de referencia conocedora de la entidad que necesita financiación.

En concreto, el criterio fundamental es que las actividades se dirijan a la formación social cristiana, entendida como herramienta clave para lograr el protagonismo y la promoción de las personas y colectivos más empobrecidos, de modo que estimulen el compromiso por transformar sus propias realidades.

A las organizaciones solicitantes se les pide una descripción completa del proyecto que incluya una denominación de su actividad; una fundamentación teórica; una concreción por objetivos, actividades, fechas…; una exposición de los recursos con que cuenta; la identificación de una persona responsable, y un presupuesto que incluya los gastos previstos, así como otras aportaciones dinerarias que pueda haber, con la cantidad exacta que se solicita al fondo de la HOAC.

La financiación local debe representar al menos un 20% del presupuesto total. El Fondo de Solidaridad Internacional se compromete a aportar el 20% del presupuesto acordado a la firma del convenio; el 50%, tres semanas antes del comienzo de la actividad; y el 30% restante, al recibir la memoria y justificación documental de los gastos.

El papel del fondo cobra cada vez más importancia, si cabe, ante la situación actual del mundo obrero y del trabajo y los desafíos presentes y futuros del trabajo. Hoy es más que pertinente propiciar la reflexión sistemática de las familias trabajadoras sobre las circunstancias que tienen que soportan y fortalecer sus organizaciones de modo que puedan encontrar respuesta a sus problemas.

El fondo se constituye como una humilde respuesta a las consecuencias negativas que la globalización económica, pobreza, desigualdades e injusticias, pero también como una herramienta para poner en práctica la comunión con las personas empobrecidas, las preferidas de Dios, que se ven en esta situación, muy a menudo, a causa de la degradación de las condiciones laborales.

De hecho, la financiación de proyectos llevados a cabo por organizaciones hermanas de otros lugares del planeta está sirviendo ya para mejorar el conocimiento mutuo, estrechar lazos de fraternidad y experimentar la dimensión internacional de la conciencia obrera cristiana. Decía la poeta nicaragüense Gioconda Beli que «la solidaridad es la ternura de los pueblos». Que el Padre nos de las fuerzas necesarias para hacer la revolución de la ternura que tanto necesitamos.

Aportaciones 

Los ingresos pueden hacerse en la cuenta TRIODOS 1491 0001 2020 1731 2618

Materiales

Nuevo díptico del Fondo Internacional de la HOAC