
Presentación de los cursos de verano. Declaración de Maru Megina, presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)
Los cursos de verano de la HOAC regresan a Madrid con el lema: “Ante las nuevas vulnerabilidades en el mundo del trabajo: nuevas sensibilidades y respuestas”
Este espacio de reflexión, formación y convivencia está orientado a la militancia y a quienes desean profundizar en los desafíos actuales del mundo laboral desde una perspectiva humanizadora, evangélica y comprometida.
Durante estos días, el diálogo sereno, la oración compartida, la charla entre personas amigas y el encuentro fraterno con nuestros invitados e invitadas marcan el ritmo de una experiencia comunitaria que busca iluminar la realidad y fortalecer nuestro compromiso.
En esta ocasión, queremos adentrarnos en las nuevas formas de fragilidad que emergen en el mundo del trabajo, más visibles y extendidas en el momento presente. Nos preguntamos:
• ¿Qué necesidades reclaman respuesta?
• ¿Qué sensibilidades debemos cultivar?
• ¿A quién y cómo cuidar?
• ¿Cómo actuar como Iglesia encarnada para ofrecer alternativas éticas y políticas transformadoras?
Estas cuestiones atraviesan nuestra misión como HOAC, situados junto a quienes más sufren las consecuencias de un sistema que desprecia la dignidad del trabajo y de las personas.
La falta de cuidado hacia el trabajo deteriora la vida y nos aleja de su sentido humano. Es urgente recuperar ese sentido, reivindicar condiciones laborales justas y defender un empleo que permita desarrollarse plenamente como personas.
Observamos cinco grandes vulnerabilidades que nos interpelan con urgencia:
1.- El paradigma tecnocrático, que destruye y precariza empleos.
2.- La degradación ambiental, que amenaza la vida y la casa común.
3.- La criminalización de trabajadores migrantes, excluidos del derecho de ciudadanía.
4.- El impacto específico de la desigualdad y el trabajo indigno sobre las mujeres.
5.- La llamada flexiexplotación, que socava derechos laborales elementales.
Estas realidades provocan situaciones insostenibles: personas sin acceso a una vivienda digna, sin posibilidad de planificar su vida, empobrecidas a pesar de tener empleo, atrapadas en trabajos que no les permiten realizarse ni vivir con seguridad. En definitiva, una existencia marcada por la incertidumbre y la injusticia.
Estas formas de vulnerabilidad profundizan un sistema deshumanizado que se ha convertido en una cultura dominante, muchas veces aceptada con resignación o indiferencia.
Frente a ello, necesitamos respuestas alternativas que rompan la lógica individualista y abran camino a la fraternidad y a la amistad social.
Para ello, es imprescindible comprender bien estas vulnerabilidades, reflexionar sobre sus causas y consecuencias, y articular estrategias comunitarias para afrontarlas.
Acompañar a las víctimas, promover cambios en la forma de enfrentarlas, compartir experiencias transformadoras y construir propuestas comunes orientadas al bien común es tarea de este proceso.
Debemos denunciar con firmeza el progresivo deterioro de las condiciones de vida y trabajo, marcado por la precariedad laboral, la dificultad de acceso a la vivienda o la imposibilidad de disponer de tiempo de descanso.
Esta realidad vulnera profundamente la dignidad humana.
Es urgente avanzar hacia políticas eficaces que combatan las causas estructurales de esta situación, garanticen ingresos suficientes, empleos dignos y útiles socialmente, y favorezcan una distribución justa de la riqueza.
Es necesario transformar el modelo económico y el sistema financiero, revisando la fiscalidad para asegurar derechos sociales universales.
Como recordó el papa Francisco, “el trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra”. Esta convicción alimenta nuestra espiritualidad, inseparable de la lucha por un trabajo decente para todos y todas.
Deseamos que los retos del mundo laboral actual nos impulsen a desarrollar nuevas sensibilidades sociales, capaces de iluminar actuaciones más justas, de romper prejuicios y construir vínculos nuevos en los que el bien común, la justicia y el cuidado del trabajo estén en el centro.
No hay vida buena sin trabajo digno. Y no hay trabajo digno sin una comunidad que lo defienda, lo cuide y lo celebre.
Un espacio comunitario de encuentro y esperanza
Los cursos de verano 2025 reúnen a más de 200 participantes de todo el país e invitados internacionales en el Colegio Mayor Universitario Marqués de la Ensenada de Madrid. Durante estos días, se sucederán ponencias, espacios de diálogo, testimonios, celebracdiones y un gesto público en la plaza de la Almudena.
La apertura de las jornadas, abierta a los medios de comunicación, se realizarán el miércoles 6 de agosto a las 10:30 h, con la intervención del obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, Isabel Fernández, en representación de la diócesis de Madrid, y Maru Megina, presidenta general de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
A las 11h está prevista la ponencia de Imanol Zubero, sociólogo y autor colaborador de FOESSA, que abordará la temática de los cursos desde la perspectiva de las cinco vulnerabilidades. Cada tema será desarrollado el jueves y el viernes mediante mesas de diálogo con experiencias, testimonios y conclusiones.
El jueves, 7 de agosto se celebrará una Eucaristía en la catedral de La Almudena, presidida por Abilio Martínez, obispo de la Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal y de Ciudad Real. A su conclusión, se realizará un gesto público de denuncia en la plaza exterior.
La cobertura informativa puede seguirse en www.noticiasobreras.es