
El evangelio de hoy es una llamada a la esperanza cristiana, que desacraliza la realidad, pero fiada en la Palabra y el Amor de Dios sabe que la vida merece la pena, y que la historia humana tiene sentido. Un sentido que estamos llamados a recuperar. Es el trabajo perseverante y tenaz de los que se saben amados por Dios siempre y en toda circunstancia el que abre un porvenir de vida y salvación: el porvenir de Dios, el del Reino cuya venida pedimos al tiempo que vamos haciendo su voluntad.
33º Domingo TO