Si nos fijamos bien en la respuesta de Jesús en el evangelio de este domingo, el primer mandamiento es la escucha: “escucha, Israel”. Ponernos a la escucha para percibir que Dios es el único Señor y que el mismo amor con que le amamos ha de pasar por el amor al prójimo. Es la virtud de escuchar lo que nos permite sentir a Cristo en cada persona, y amar.