El presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), Carlos Susías, ha declarado que “el empleo, si no es de calidad, genera más pobreza”, por lo que ha insistido en que “o actuamos en el empleo o será difícil acabar con la pobreza”.
El responsable de EAPN-ES ha efectuado estas declaraciones durante la presentación del X informe El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008 – 2019, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza previsto para el 17 de octubre.
Según el informe, “el grupo más grande de personas pobres en España es el de personas pobres con empleo”. Una de las principales conclusiones de los autores del estudio es que “las estrategias tradicionales de protección y lucha contra la pobreza se muestran claramente insuficientes. El incremento del PIB, el nivel educativo y el empleo no cumplen esa función (salvaguardar de la pobreza) si no van acompañadas de políticas redistributivas”.
La tasa de pobreza entre las personas con trabajo se mantiene extraordinariamente estática, en torno al 14% desde el año 2014 de manera inmune al crecimiento del PIB y en un contexto caracterizado por seis años de crecimiento del empleo.
Respecto a la población desempleada, el 43,3% vive en situación de pobreza y se mantiene como la más alta de todos los grupos de actividad, lo que demuestra las limitaciones de la protección al desempleo y las restricciones del Estado de bienestar actual.
Susías teme que la COVID-19 provoque un aumento enorme de la pobreza y exclusión en nuestro país, visto lo ocurrido en los últimos 10 años. España se había comprometido a sacar de la pobreza a entre 1,4 millones y 1,5 millones de personas, al aprobar la llamada Estrategia de Lucha contra la Pobreza 2020. Sin embargo, no ha cumplido, sino que, además, ha visto cómo el número de personas en situación de riesgo de pobreza y exclusión ha crecido. “No nos queremos imaginar lo que puede ocurrir tras el COVID”, ha declarado.
Dado que el 49,3% de la población española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes, los autores del informe advierten de que son fáciles de imaginar las graves consecuencias que la pandemia de la COVID-19 tendrá en un amplio sector de la ciudadanía, con especial dureza, además, a quienes ya se encontraban en dificultades.
En el año 2019, un total de 11.870.000 personas, el 25,3% de la población en España, vivía en riesgo de pobreza y exclusión social. A pesar de la recuperación económica, la población en riesgo de nuestro país ha aumentado en 1,5 puntos porcentuales con respecto a 2008.
Según el estudio la recuperación macroeconómica proclamada a partir del año 2014 ha quedado lejos de alcanzar efectivamente a las personas en peor situación. La cuarta parte más pobre de la población ha perdido un 10,4 % de renta real, mientas que el resto ha perdido tres veces menos. “Hay más pobres y son más pobres” ha concluido Susías.