
La razón de nuestra vida cristiana, de nuestra fe en la eternidad y en la vida futura, encuentra su máxima justificación en la Resurrección de Cristo. En Él descansa también la esperanza que tenemos, en la vida de aquí abajo. Y hoy, Domingo de Pascua, nos dicen cómo se levanta Dios para hacer Justicia. ¡Aleluya, aleluya, caminante!
(Guillermo Rovirosa, Obras Completas, Tomo V. pág. 431-432).
Domingo de Pascua