En una carta manuscrita dirigida el sábado, 28 de marzo, al presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales, el papa Francisco señala tres cuestiones esenciales en un contexto de progresivo crecimiento de la pandemia de la COVID-19.
Primero la gente
«Estoy edificado por la reacción de tantas personas, médicos, enfermeras, enfermeros, voluntarios, religiosos, sacerdotes, arriesgan su vida para sanar y defender a la gente sana del contagio. Algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población. Es verdad que estas medidas “molestan” a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común y, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva. Los gobiernos que enfrentan así la crisis muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente. Y esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico. Sería triste que se optara por lo contrario, lo cual llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un genocidio virósico.»
Prepararnos para la recuperación: combatir el hambre y el desempleo
«El viernes tuvimos una reunión con el Dicasterio del Desarrollo Humano Integral, para reflexionar sobre el ahora y sobre el después. Prepararnos para el después es
importante. Ya se notan algunas consecuencias que deben ser enfrentadas: hambre, sobre todo para las personas sin trabajo fijo (changas, etc), violencia, la aparición de los usureros, (que son la verdadera peste del futuro social, delincuentes deshumanizados), etc.»
Pensar el futuro económico
«Sobre el futuro económico es interesante la visión de la economista Mariana Mazzucato, docente en el University College London (Il valore di tutto. Chi lo produce e chi lo sottrae nell’ economía globale. La Haya, 2018 [El valor de todo. Quién lo produce y quién se lo lleva en la economía global]). Creo que ayuda a pensar el futuro.»
En este libro, la autora plantea que para reforma el actual sistema económico “debemos hacernos una serie de preguntas radicales: ¿de dónde viene la riqueza? ¿quién crea valor? ¿quién lo extrae? ¿quién lo roba? Solo respondiendo estas cuestiones podemos reemplazar el actual sistema capitalista parasitario con un sistema más sostenible e interdependiente: un sistema que funcione para todos”.
Para Francisco, abordar el cambio de sistema económico es una prioridad tal y como expresa en la encíclica Laudato si’ (194) “Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos ‘cambiar el modelo de desarrollo global’, lo cual implica reflexionar responsablemente ‘sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones’. No basta conciliar, en un término medio, el cuidado de la naturaleza con la renta financiera, o la preservación del ambiente con el progreso”. Un proceso ya abierto con la convocatoria del evento internacional “Economía de Francisco“, que tenía previsto realizarse este mes de marzo y que ha sido aplazado a noviembre por la crisis de coronavirus.
cartaFranciscoComite