Reintegrados de nuevo a la tarea entusiasmante de la vida militante del Reino, para descubrir como en la escena del Bautismo de Jesús, que Dios está con nosotros. Deja oír su voz. Hace sentir cada día su cariño y su ternura, y pone en nuestras manos la misión. Esta es la gran verdad que no termina en Navidad y que podemos celebrar cada día de nuestra vida. Cada día podemos bautizar nuestro vivir con el mismo Espíritu que animó a Jesús de Nazaret, respondiendo a nuestra vocación.
Fiesta del Bautismo del Señor 2020