Este próximo fin de semana estaremos de Pleno general. Un momento muy importante en la vida de la HOAC. Por eso es bueno acoger la actitud que Rovirosa nos propone: Nunca hemos de perder de vista que después de hacer todo lo que se nos ha mandado y todo lo que podemos, en definitiva es siempre el Señor quien manda operarios a su mies y los saca de los amigos y aun de los enemigos. Nuestra «misión» es pedirlos (Rovirosa, OC, T.IV. 506).
Y es necesario ser conscientes como nos propone el papa Francisco de que más que nunca necesitamos de hombres y mujeres que, desde su experiencia de acompañamiento, conozcan los procesos donde campea la prudencia, la capacidad de comprensión, el arte de esperar, la docilidad al Espíritu, para cuidar entre todos a las ovejas que se nos confían de los lobos que intentan disgregar el rebaño (EG 171).