Francisco Porcar | A finales del mes de mayo se celebra en Austria el 14º Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que organiza a 45 millones de trabajadores y trabajadoras en 90 sindicatos de 38 países. La CES reclama y trabaja por un nuevo contrato social en Europa para afrontar las crecientes desigualdades, avanzar en justicia social y democracia, y hacer frente de forma equitativa a los desafíos de la transición hacia una economía digital y baja en emisiones de carbono. La CES considera que es necesario un cambio de políticas en la UE y que se han logrado algunos avances en ese sentido, como un nuevo plan de inversiones, el Pilar Europeo de Derechos Sociales y algunas iniciativas legislativas para mejorar las condiciones de trabajo, pero es necesario ir más allá: «hacia un nuevo contrato social que ofrezca a todos los ciudadanos una sociedad más justa y equitativa con oportunidades reales para todos».

En ese sentido, la CES reivindica:

1º) Un diálogo social sólido y una negociación colectiva eficaz como herramientas esenciales de la democracia económica y social, reforzando legalmente la capacidad de los interlocutores sociales para negociar y poner en práctica los convenios colectivos y ampliar su cobertura entre los trabajadores.

2º) La inclusión de un Protocolo de Progreso Social en el Tratado de la UE, para que los derechos sociales prevalezcan sobre los intereses económicos.

3º) La plena aplicación del Pilar Europeo de Derechos Sociales a nivel europeo y nacional: el derecho a una educación de calidad y al aprendizaje a lo largo de toda la vida, a la salud y seguridad en el trabajo, a unas condiciones de trabajo dignas, a salarios justos, a empleos estables, a la igualdad de género, al equilibrio entre el trabajo y la vida personal, a unos servicios públicos de calidad, al acceso a sistemas adecuados de protección social, a pensiones justas, vivienda y servicios sociales.

4º) Sistemas fiscales más justos y progresivos para redistribuir la riqueza, financiar los servicios públicos y la protección social, y abordar los problemas sociales causados por la globalización, la descarbonización y la digitalización. Combatir la evasión y el fraude fiscal garantizando que las grandes empresas aportan lo que les corresponde.

5º) Aumentos salariales y una convergencia al alza de los salarios para hacer frente a la desigualdad y crecer en justicia. Un trabajo de igual valor debería remunerarse de la misma manera en toda Europa, en todos los sectores y para hombres y mujeres. Garantizar que todos los trabajadores atípicos, precarios y autónomos, tengan una remuneración decente, acceso a una protección social adecuada y plenitud de derechos.

6º) Una nueva política industrial para la transición hacia una economía digital y con bajas emisiones de carbono, garantizando que los intereses de las grandes empresas no prevalezcan sobre los derechos de los trabajadores, sociales y sindicales.

7º) Gestión de las migraciones de forma que se protejan los derechos humanos, que todas las personas reciban el mismo trato en el trabajo y la sociedad. Trabajar juntos en toda Europa por la integración y la inclusión de los migrantes.

8º) Políticas comerciales de la UE que sean más justas y atiendan más a los derechos sociales y no a los intereses de las empresas multinacionales, contribuyendo a la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Trabajar para reforzar un compromiso global con la cooperación internacional y para democratizar los organismos internacionales promoviendo la justicia social.