Mundo obrero y del trabajo >> , ,

Maestros en El Polígono Sur (Sevilla). Educarnos desde la esperanza

28 septiembre 2011 | Por

Maestros en El Polígono Sur (Sevilla). Educarnos desde la esperanza

Rafa –Nene como le llaman– y Macarena son dos profesores del Colegio Público La Paz del barrio sevillano de El Polígono Sur. Antiguos militantes de la JOC, hoy pertenecen a la HOAC. Para ellos, esta barriada no acaba en la conflictiva zona de «Las Vegas».

Las poco más de 600 viviendas de las más de 3.000 que hay en la zona, sirven de alimento a las televisiones que buscan las consabidas imágenes de marginación y delincuencia. Sin embargo, la barriada es mucho más, para empezar es el lugar que acogió a las familias de origen de Nene y Macarena, que llegaron de Carmona y de una casa en ruinas del centro de la ciudad andaluza.

Es también el entorno en el que se desarrolla su trabajo y en el que crecen sus hijos, la geografía en la que se encarnan su compromiso cristiano y su vida de fe. «Vivimos y trabajamos en nuestro barrio por que no queremos hacerlo en otro sitio, tenemos dos hijos y también se están criando aquí, son felices y les gusta su barrio donde están sus amigos y su familia, sus abuelos, sus tíos y primos», explica Nene.

En el barrio, continua este maestro, «hay grandes bolsas de personas excluidas, redes de droga y mafias, apatía, pasividad, visiones distintas, politiqueo, estómagos agradecidos, dependencias y gente que vive muy bien mientras se mantiene esta realidad, en algunos casos intencionadamente por la administración durante años, para que cumpla la fundón de “vertedero humano”».

Por otro lado, completa Macarena, «está el espíritu, la mística de El Polígono Sur, que ha sabido sobreponerse a cada engaño, bofetada, traición…, a través del compromiso, unidad, coordinación, perseverancia, constancia, amor, entrega desde la vida y el testimonio de cada uno, creyendo en cada persona, en la fuerza moral de los pequeños cambios y signos de avance y esperanza, en el tejido asociativo como la Plataforma Nosotros También Somos Sevilla y otras entidades, también las cristianas, que creen en esto como una forma de vida más humana y gratificante, donde la educación es una pieza muy importante y un puzzle por resolver».

Según su marido, «una parte de la vida de Macarena, que trabaja aquí desde hace 15 años, está impresa en varias generaciones de sus vecinos, es una misionera en el polígono Sur de Sevilla. Asombra el cariño y respeto con que muchas madres de alumnos, antiguos alumnos, le hablan y le piden consejo». Él, que lleva seis años en el colegio, explica que «el día a día da sentido a una forma de entender la vida y esta fascinante profesión. Al poco de llegar se descubre que lo comunitario no es valorado por algunos compañeros, a los que les fallaba el “motor”, el alma de ser educadores, la capacidad de servicio, de perdón, de riesgo… Pero también se nota mucho amor, entrega, esfuerzo y esperanza por “medir, pensar y equilibrar” cada uno de los sueños de los niños y niñas».

Hace tres años se puso en marcha, como la gestación que termina en parto, la iniciativa «Un reto educativo, un espacio de convivencia, un signo de esperanza…». La filosofía parte de la idea de que «para poder educarnos en la esperanza, debemos querer vivir desde ella».

«La fuerza motora es el compromiso, la promesa que nos hicimos y que renovamos cada día en “el campo de honor del trabajo”, desde el respeto y la sinceridad a la hora de exigirnos y animarnos, desde la cercanía ante una dificultad, desde la sonrisa ante algo que medio sale bien, desde el perdón a nuestras huidas y mentiras, desde la apuesta por lo comunitario, porque la comunidad es otra cosa, en ella el centro de nuestro interés no puede ser mi yo, sino los otros, los niños y las niñas», afirman Nene y Macarena conscientes de que lo importante no es que la comunidad llegue a pensar como uno, sino que «uno llegue a descubrir todo lo bueno que hay en el pensar y las aportaciones de los otros». Recurren al poeta Gabriel Celaya, para resumirlo: «educar es lo mismo / que poner motor a una barca (…) Pero es consolador soñar, mientras / uno trabaja / que ese barco, ese niño / irá muy lejos por el agua».

Las dificultades no desaparecen. De hecho, ha habido equipos directivos a los que lo único que les importaba era no tener problemas, salir al paso. Aunque en la actualidad hay una directora que, si bien desconoce muchas realidades, quiere implicarse y está haciendo muchas cosas por el cole y sus alumnos y alumnas y sus familias. El claustro se enfrenta a la inestabilidad continua, inmersos en un plan de compensación educativa, todos los cursos un gran número de profesores debe pedir su continuidad y no siempre se la conceden con lo que la plantilla varía mucho.

Para este matrimonio, «se trata de ser y dar testimonio en la tarea que nos ha tocado, dotar a esta de hondura, ser capaces de descubrir, ver y analizar la realidad en la que trabajamos. Se trata de tomar las vidas de nuestros niños y niñas en nuestras manos y pararnos en la profundidad, en sus historias, escuchar para aprender, y así conocer, reencontrarnos con lo que se esconde detrás de cada hecho, situación y dejarnos impactar por él, en definitiva ver desde una triple perspectiva: lo exterior, lo interior y en profundidad».

El siguiente paso consiste en encontrar la forma de situarse ante estos hechos, sucesos, discernir, juzgar personal y comunitariamente esta vida en los ciclos, en los claustros, en los consejos escolares, grupos de trabajo…, y tener un marco de referencia, para mirar y juzgar esta vida. Una vez hecho esto, hay que poner en marcha todas las acciones, las medidas necesarias para que cada uno de los alumnos sea capaz de desarrollarse plenamente. Hay que concretar, sin divagar, incidir en lo preciso haciendo acopio de esas vidas.

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo