Caminando en comunión hacia la próxima Asamblea General

Los equipos y las diócesis de la HOAC han concluido su valoración y su contribución a los materiales preparatorios de su próxima Asamblea General, la número 14, que se celebra este verano en Segovia.

La militancia de la HOAC han analizado y valorado el diagnóstico de la realidad del mundo obrero y del trabajo y la situación de Iglesia, así como los retos y llamadas que plantea para su misión y la del movimiento.

Igualmente han contribuido con sus sugerencias, puntualizaciones e insistencias a enriquecer los documentos de trabajo que han de convertirse en guía para la misión durante los próximos seis años. Todo ello con una actitud de oración, de diálogo sincero, de escucha activa y de toma de conciencia.

Esta etapa del proceso se está viviendo «con gozo y entusiasmo», además de con «profundo agradecimiento» por la vivencia que está permitiendo, por el tiempo de reflexión orada y la pluralidad de aportaciones, pensamientos y experiencias.

Los documentos están sirviendo para fomentar la escucha del Espíritu y llamar a la conversión. Las diócesis subrayan que las distintas fases de este proceso están contribuyendo a estrechar lazos entre la militancia, fomentar el diálogo honesto, consolidar la comunión al interior y celebrar la alegría de sentirse comunidad.

La militancia ha mostrado mayoritariamente su acuerdo con el análisis propuesto, calificándolo como «completo, adecuado, profundo y valiente» y una invitación al debate fructífero. Una de las opiniones destaca que la lectura de los documentos asamblearios «llena el espíritu invitando a una reflexión constante y nos llama a un cambio, sobre todo personal que sea capaz de ir transformando el ser y el hacer que nos conforman a confrontar con la realidad».

Al tiempo, se ha puesto de manifiesto que «es una mirada que nos recuerda que somos seres vocacionados y destinados a la comunión. Nos puede ayudar, como marco, a centrar nuestro compromiso evangelizador y nuestras tareas comunitarias y da continuidad a lo trabajado hasta ahora».

En general, la mirada del Papa que se ha recogido en los materiales ha facilitado la reflexión, al señalar «con lucidez los problemas y la situación de los más pobres, los aspectos positivos y los pequeños signos de esperanza que existen y por esa invitación que se nos hace a cargar con la realidad». Igualmente, hay un reconocimiento expreso de la adecuada combinación del magisterio de Francisco, con la historia de la HOAC y el pensamiento de Guillermo Rovirosa, primer militante e impulsor de la organización.

Los documentos de trabajo han permitido ir a «la raíz», «a la fuente donde se sustenta nuestra militancia cristiana (nuestro ser) y desde ahí se plantea el hacer», se lee en alguna aportación. «Nos invita a recrear todo lo que tenemos o no hemos logrado hacer para hacerlo nuevo, es una invitación que se nos hace a la sinodalidad, a nuestro sentir con la Iglesia», se añade.

«El texto nos ayuda a recuperar el sentido de la humanidad y promover la cultura del cuidado. El sentido humano y humanizador del trabajo y a ir transformando nuestras pequeñas realidades en mundos más humanos y habitables. Orienta cómo debemos trabajar para hacer realidad el mensaje de Jesús», apunta otra de las aportaciones.

Se ha dado una gran coincidencia en la oportunidad de reforzar «una HOAC más abierta, realizar un compromiso más explícito, con una mirada feminista, ecológica y pendiente del problema del acceso a una vivienda digna».

En cuanto a las propuestas enfocadas al cuidado y la comunión, se valoran como un gran impulso al acompañamiento del mundo obrero y de la Iglesia y una invitación a «dejar prácticas rutinarias y a salir de nuestra zona de confort a la hora de concretar nuestro quehacer en la diócesis». Igualmente, se ha destacado la llamada a «prestar atención a la dimensión internacional porque ésta a veces se pierde y a adquirir esa mirada poliédrica a la realidad».

Se valora que las pistas sean bastante claras y se resalta el hecho de que hay que procurar afrontar los retos «sin agobios». «Desde la gratitud, el cuidado y el encuentro, sabremos encontrar el camino», se afirma.

Las aportaciones confluyen en plantear mediaciones muy concretas, reconociendo carencias y la necesidad de un cambio de mentalidad en la Iglesia. Sin por ello, negar las dificultades a la hora de poner en marcha los instrumentos para la misión y apostar con claridad por formar redes y fomentar que la Iglesia se abra a la sociedad y los problemas sociales.

En salida

El Día de la HOAC que las diócesis celebran durante el mes de mayo en torno a Tejer vínculos de fraternidad en el mundo obrero y del trabajo se convierte, este año, en un ejercicio de escucha activa y de diálogo sincero con diferentes realidades sociales y laborales, dentro del proceso comunitario de discernimiento que culminará en la Asamblea General del mes de agosto, una vez celebrado, a su vez, el Pleno General de representantes, donde se recogerán las modificaciones y propuestas de toda la militancia al documento que ha de orientar la contribución de la HOAC a la evangelización y fraternidad en el mundo del trabajo.

Reflexiona

¿Qué necesidades personales, ambientales e institucionales se detectan en el actual mundo obrero y del trabajo a la hora de tejer vínculos de fraternidad en el mundo obrero y del trabajo?

¿Qué se puede hacer a nivel personal y comunitariamente en los ambientes sociales y eclesiales para reforzar los puentes y vínculos que construyen fraternidad?