La dirección que lleva a la diestra de Jesús es… vivir honradamente veinticuatro horas cada día, en gracia santificante y pedir (y exigir con lágrimas de verdad) que Dios haga dentro de cada uno de nosotros (de mí) el milagro de cambiar mi corazón de piedra por el Suyo de carne. Y no pedirle otros milagros, pues ello […]
Continua leyendo