Taller de Redacción de Canarias / Un grupo de desempleados del municipio turístico canario de Mogán creó, hace casi nueve meses, la Asociación de Parados Bregando Esperanzas. Todo empezó en julio de 2010 en la parroquia de Arguineguín cuando una veintena de personas se manifestó en la plaza para expresar su cercanía y solidaridad con las personas en situación de paro.

En dicho pueblo 2.170 personas están sin empleo, viendo truncados muchos de sus proyectos de vida al tener que dejar sus casas por no poder hacer frente a la hipoteca o el alquiler y se ven forzadas a acudir a Cáritas y a los colectivos que reparten alimentos para poder subsistir ellos y sus familias.

«Nuestro encuentro tenía dos momentos. Los primeros minutos los dedicamos a la lectura y reflexión de textos de la Doctrina Social de la Iglesia. Textos en los que se expresaba el sentir de la Iglesia en la defensa y centralidad de la dignidad de la persona y del trabajo. En un segundo momento, las personas podían compartir la situación que estaban sufriendo ellos y sus familias», manifiesta Fefi Valerón, una de las promotoras de la iniciativa.

En septiembre convocaron una reunión en los salones parroquiales para ver la posibilidad de constituir una asociación de desempleados, que se creó en octubre bajo el nombre «Bregando Esperanzas», caminar con esperanza en el futuro. Aprobaron sus estatutos en diciembre. Desde entonces, todos los viernes, a las 20.00 horas, en el salón parroquial, se reúnen un grupo de personas de diversos lugares del mundo (Méjico, Argelia, Marruecos, Paraguay, España…). Tienen ya 70 socios.

La asociación ha mantenido tres reuniones con el alcalde de Mogán para solicitarle un taller de costura, aprovechando las máquinas de coser de las que dispone el Ayuntamiento, y también la cesión de unos quince mil metros cuadrados de terrenos para plantar. «Hemos logrado ambas cosas, aunque superando dificultades tanto en la puesta en marcha del taller como en los terrenos, que han tenido que cambiarse», apuntaron Fefi Valeron y la presidenta Mari Carmen Garrido. Ahora están a la espera de acondicionar las tierras mediante un tractor. Y esperan que el Cabildo de Gran Canaria les facilite semillas y plantas. «A pesar de las dificultades, esperamos que en julio ya sean una realidad estas huertas urbanas», añaden.

Paralelamente, el colectivo de parados se ha formado en desarrollo sostenible y energías renovables, en participación ciudadana, en huertos urbanos, en alternativas comunitarias como el Banco de Saberes y Aprovechamiento de Recursos. Tienen pendiente hacer un curso de risoterapia. Asimismo, la asociación de parados ha realizado dos manifestaciones como anuncio y denuncia de las situaciones de paro, exclusión y pobreza, que están sufriendo muchas familias del municipio de Mogán, en particular, y del resto de España y del mundo, en general.

«Con muchas dificultades pero también con mucha ilusión y esperanza en el futuro, hemos buscados alternativas y caminos de realización personal y comunitaria. Luchando por su dignidad como personas, por sus derechos laborales y sociales», agrega la también hoacista Fefi Valerón. Este grupo no se ha quedado en casa, pese a que apenas hay salidas, sino que se han puesto en camino para construir otro mundo posible, donde reine la justicia y el respeto de los derechos humanos. Mary Carmen Garrido insiste: «Estamos parados, pero no queremos pararnos. Luchamos por nuestra dignidad y nuestra vida».