La Comisión Permanente de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) acoge con ilusión y esperanza la decisión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) de nombrar a Mons. Santos Montoya Torres, obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, como nuevo obispo consiliario de la Acción Católica de España (ACE).

Queremos felicitar y dar la bienvenida a Mons. Montoya en esta nueva tarea. Desde nuestra militancia en su diócesis nos han trasladado que es una persona cercana y de trato afable, que participa en las convocatorias de la iniciativa de Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) y que ha mostrado su compromiso con la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) en las parroquias, como recoge el plan pastoral diocesano.

Mons. Montoya asume esta misión en continuidad con el servicio prestado por Mons. Antonio Gómez Cantero, a quien expresamos nuestro reconocimiento y gratitud. Durante su etapa como obispo consiliario, ha sabido acompañar y valorar el esfuerzo de los movimientos por hacerse presentes en las distintas realidades eclesiales y sociales. En nuestra última Asamblea General, nos animó a seguir transitando la fraternidad, la espiritualidad comunitaria y la sinodalidad, así como a tender puentes y derribar muros para que todos podamos sentirnos acogidos en la Iglesia. Agradecemos su testimonio y dedicación en estos años.

Queremos acoger con disponibilidad y espíritu de servicio a Mons. Santos Montoya, y expresarle nuestra voluntad de caminar juntos en el fortalecimiento de los movimientos de Acción Católica, desde la sinodalidad que nos configura. Le pedimos que nos acompañe en la tarea de acercar la Acción Católica de España en sus dos configuraciones –general y especializada– a las diversas realidades eclesiales diocesanas, con el anhelo de hacer de ella una presencia viva en los espacios donde más se sufre.

La misión de la Acción Católica es la misión de toda la Iglesia. Por ello, reiteramos nuestro compromiso de seguir trabajando, en comunión con nuestros pastores, para ser testigos del Evangelio en el mundo del trabajo y en las periferias donde Dios sigue llamándonos a la esperanza y la justicia.