Navidad, la gran fiesta del Hijo de Dios, que ha aparecido en nuestra carne: la fiesta en que el cielo se abaja hasta la tierra con una inefable gracia y benevolencia es también el día en que la cristiandad y la humanidad, ante el pesebre, contemplando «la benignidad y humanidad de Dios nuestro Salvador», adquieren conciencia íntima de la estrecha unión que dios ha establecido entre ellas (OC de Rovirosa III pág. 528).
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