En este mundo donde la vida, el ser humano, el planeta no es lo primero. Dios hace una apuesta «despojándose de su condición divina» (Fil 2) y se hace persona humana en y con nosotros y nosotras, hecho uno de tantos, hecho historia concreta. Este Dios con 33 años de carpintero, predicador, sanador; con 33 años de Dios transitando sin privilegios los caminos polvorientos de Galilea, para decirnos, con obras y palabras, que otro mundo es posible ¿puede fracasar porque se arriesgó a poner en nuestras manos sus sueños?
1er Domingo Adviento
■ Accede a más oraciones aquí.