La que expresa Rovirosa, tendría que ser nuestra sed insaciable. Porque no tenemos otra manera de vivir que no sea siempre en esa presencia de Dios; que no sea vivir toda mi vida desde el criterio de Dios. Lo demás significa gastar la vida recorriendo caminos que no llevan a ningún lugar: tan solo a caminar en círculos a mi alrededor, cuando sigo siendo el centro de mi existencia. Lo demás lleva a ser eternos sedientos.
3er Domingo Cuaresma