De nuevo al comienzo de este curso tan significativo en el que nuestra Asamblea General marca el ritmo de nuestra vida comunitaria retomamos los envíos semanales del “Orar en el mundo obrero”.
Y lo hacemos con un evangelio cuya invitación nos lleva siempre a trastocar las prioridades, optando por servir a Dios en quienes realmente necesitan de nuestro amor responsable y de nuestro cuidado: las víctimas del sistema, los empobrecidos, quienes pueden asegurarnos -no en vano son sacramento de Dios- el ser recibido “en las moradas eternas”. Recordemos que “cuanto hicisteis a uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis”.
Pues, bienvenidos de nuevo a este encuentro semanal.
25º Domingo TO