Vivir la comunión con Cristo nos inserta cada día en la vida cotidiana y nos pone en camino junto con nuestras hermanas y hermanos del mundo obrero. Cuerpo de Cristo es el que comulgamos, para transformarnos en su cuerpo social, del que todos somos miembros, el que con su Espíritu construimos. Es la comunión que vivimos la que nos lleva a ver los derechos de las personas como derechos familiares y sociales. Reconozco, acojo, y agradezco, tantos esfuerzos, tantas iniciativas, tantos pequeños pasos que se dan en la vida por construir comunión, fraternidad, amistad social. Y oro pidiendo la gracia de vivir en comunión.

■ Accede a más oraciones aquí.
■ También en Issuu