
La Verdad de Jesús –camino, verdad y vida– es la que manifiesta claramente el sueño de Dios, el Reino de Dios, la dignidad humana de todas y cada una de las personas, de todas sus hijas e hijos. La gloria (la verdad) de Dios, es la vida del ser humano. Todo cuanto agrede, hiere, niega, la dignidad humana, agrede a Dios, se transforma automáticamente en mentira. No hay hoy mayor acto revolucionario a favor del Reino de Dios que ser testigos de la Verdad, que ser militantes del reino a favor de la dignidad humana con un testimonio que, al modo de Jesús, nos lleva a entregar la vida. Dar nuestra vida por amor es la mayor verdad –la única– de nuestra existencia.
34º Domingo TO