Miro hoy mi propia existencia con sinceridad, y con la misma ternura con que Dios la mira, para reconocer mis propias incoherencias e hipocresías. Son debilidades de las que necesito que el Señor me libere, de las que necesito convertirme. Una vez más, se lo pido al Señor. ■ Accede a más oraciones aquí. ■ También en Issuu
Continua leyendo