Llegamos al último domingo de este ciclo. La semana próxima comenzaremos el tiempo de Adviento.
Hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor. No es una opción posible vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede «a un costado de la vida». Esto nos debe indignar, hasta hacernos bajar de nuestra serenidad para alterarnos por el sufrimiento humano. Eso es dignidad.
Jesucristo rey