
Camino, verdad y vida. Algo que en este largo tiempo de confinamiento nos cuesta acertar a encontrar: nos cuesta encontrar el camino de salida de esta situación sin dejarnos muchos pelos en la gatera; hemos renunciado en muchos casos al discernimiento, a la verdad, y consumimos bulos y mentiras como nunca; hemos dejado de lado la vida –la de los pobres sobre todo– preocupados tan solo por sobrevivir. Así está en gran parte nuestro mundo conocido: sin camino, sin verdad, sin vida.
Quizá también nosotros estamos tocados por esta situación. Necesitamos pararnos para reconocer, de nuevo, la verdad de nuestra vida en camino.
5º Domingo de Pascua