Casi 70 colectivos del movimiento social, vecinal y sindical de Alicante, entre los que se encuentra la HOAC, se han unido para pedir a las administraciones una respuesta coordinada que sea capaz de atender la situación de la población más vulnerable sumida en la crisis social y sanitaria, desatada por el virus SARS-CoV-2.

El tejido social alicantino ha querido señalar la importancia de las administraciones más próximas a la ciudadanía, cuente con mecanismos para paliar la exclusión y las inequidades, al tiempo que han valorado la reacción del tejido social y de personas a título personal para responder a las necesidades básicas de sus vecinos y vecinas, así como la sensibilidad hacia las personas más vulnerables.

El manifiesto hecho público ha sido elaborado por la Plataforma contra la Pobreza, la Exclusión y Desigualdad de la ciudad Alicante, una iniciativa que nació en 1998 de la mano de entidades sociales, religiosas, sindicales y del tercer sector de la ciudad y a la que la HOAC pertenece desde sus inicios.

“La HOAC, que viene participando en la plataforma desde el principio, comparte con las demás entidades la apuesta por el bien común que se traduce en la construcción de una ciudad más justa, solidaria e inclusiva y en la atención preferente hacia la población y los barrios más vulnerables”, explica Begoña Baños, militante de la HOAC integrada en la plataforma. “Afortunadamente, el manifiesto ha tenido una gran repercusión y han sido muchas organizaciones del tejido social las que se han querido adherir al mismo y siguen queriéndolo hacer”, detalla.

Entre sus peticiones, figura una reivindicación esencial y constante de la plataforma como es elaboración y aplicación de un Plan de Inclusión, que cuente con medios materiales y humanos suficientes e incorpore también la opinión, la creatividad y el saber hacer de las entidades sociales, además de exigir una coordinación máxima entre las administraciones, con el fin de agilizar los trámites y la recepción rápida de las ayudas disponibles a quienes las necesitan en estos momentos.

También se hace un reconocimiento especial a la reacción ciudadana y colectiva que, en muchos casos, “ha sido más ágil y eficaz que el propio ayuntamiento, a la hora de encontrar respuestas a las necesidades y dificultades generadas por la emergencia social asociada a la crisis sanitaria”, concluye Begoña.

Manifiesto íntegro

El tejido social alicantino ante la emergencia social por el Coronavirus

Hoy, en Alicante, como en el resto del mundo, nos encontramos ante una situación de emergencia social y sanitaria global de una enorme gravedad que está afectando, con mayor intensidad, a las personas o grupos más vulnerados, especialmente, personas mayores o solas, mujeres víctimas de violencia machista, personas sin hogar, menores en protección, personas inmigrantes y solicitantes de refugio, personas en situación de dependencia, y a barrios ya afectados por la exclusión. Una situación que muestra, por si alguien tuviera alguna duda, que las sociedades, y su administración más cercana, necesitan contar con herramientas de lucha contra la pobreza y la desigualdad.

Hoy, en Alicante, como en el resto del mundo, las medidas de control sanitario, el confinamiento, la ralentización productiva, la destrucción de empleo, la pérdida de ingresos en las familias, nos han puesto a prueba como sociedad; y nuestra ciudad, aún en las peores circunstancias, no da un paso atrás y manifiesta un compromiso solidario ejemplar.

Porque somos una ciudad acogedora celebramos la rápida reacción del tejido social y de un gran número de personas, movilizadas estos días, en paralelo con el ayuntamiento, para responder y resolver con agilidad situaciones de necesidad que han venido a sumarse al crónico estado de pobreza de nuestra ciudad.

Porque estamos por una ciudad inclusiva, nos emociona la respuesta incondicional de entidades sociales, ciudadanía, pero, también, asociaciones vecinales, organizaciones culturales, deportivas, sindicales, incluso empresas y grupos de amigos y amigas que están poniéndose en marcha en acciones de apoyo a la población más vulnerable a la epidemia, pero también, para responder a las necesidades básicas de familias, de vecinos y vecinas que se han quedado sin recursos.

Así, las entidades abajo firmantes queremos manifestar:

Que es imprescindible que nuestro ayuntamiento priorice, especialmente en estos momentos de emergencia social, la protección de los derechos de las personas y de los barrios más expuestos a la exclusión. “Lo primero, las personas”, por ello insistimos en la necesidad apremiante de un Plan de Inclusión Social que prevea mecanismos de acción rápida, inmediata, ante estas situaciones.

Que ponemos en valor y queremos visibilizar la importancia que está teniendo la capacidad de reacción solidaria del tejido social que, en poco tiempo, se ha organizado y ha construido una red de iniciativas (voluntariado por barrios, entrega de alimentos y productos de higiene, actividades en redes sociales,…) que están en la primera línea de respuesta a las urgencias que están apareciendo.

Que estas dinámicas vecinales y familiares no suplen la obligación de impulsar y coordinar la Acción Social y los Servicios Sociales comunitarios, que son los que deben garantizar la protección de los derechos fundamentales de todas las personas, en especial las más afectadas por esta crisis que ha añadido más pobreza y vulnerabilidad a sus vidas. Es por ello, que reivindicamos una mayor dotación profesional y presupuestaria del área de Acción Social Municipal, así como, de manera prioritaria, articular un sistema de acceso ágil a los servicios municipales esenciales que en este momento se encuentran colapsados o suspendidos como el Padrón Municipal. Asimismo pedimos una coordinación máxima con otras administraciones, para una mayor agilidad en trámites y ayudas de todos los ámbitos (salud, alimentos, vivienda, renta, etc.).

Que, una vez que superemos esta situación, será el momento de abrir un proceso dialogado, abierto, leal y participativo que enmarque el trabajo de las entidades sociales como complemento necesario a la actividad municipal por y para la ciudadanía.

Porque somos una ciudad fraterna merecemos un marco legal y administrativo que refleje la entrega, la amistad, la cohesión, la solidaridad que estamos demostrando como sociedad. Un marco que incluya un Plan de Inclusión Social amplio para nuestra ciudad, participativo, con medidas desde todas las áreas, con recursos humanos y económicos suficientes, con la coordinación entre administraciones, con presupuesto y dotación suficiente y una práctica de la acción social ágil y completa. Un marco coherente con el estado social y democrático y con el compromiso con los Derechos Humanos y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.