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Sharan Burrow, secretaria general CSI-ITUC: «Nuestra fuerza es el único remedio contra la codicia»

30 abril 2019 | Por

Sharan Burrow, secretaria general CSI-ITUC: «Nuestra  fuerza es  el único  remedio  contra la codicia»

Abraham Canales | Secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI, ITUC en inglés), desde el 2º congreso (Vancouver, 2010); reelegida en Berlín (2014) y en el 4º congreso, recientemente celebrado en diciembre de 2018 en Copenhague, Dinamarca, para un tercer mandato. Profesora de Secundaria, nacida en el seno de una familia de larga tradición sindical (1954, Warren, Nueva Gales del Sur, Australia), lleva en su mochila una profunda experiencia de compromiso por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Atiende esta entrevista para Noticias Obreras a través del correo electrónico.

¿Cuál es su valoración del último congreso de la CSI?

El Congreso Mundial del CSI ha aprobado un ambicioso mandato basado en cuatro pilares (paz, democracia y derechos; regulación del poder económico; cambios globales, transiciones justas; e igualdad) para desarrollar sus planes estratégicos en los próximos cuatro años. Es fundamental organizarse para dar poder a los trabajadores y las trabajadoras, estamos decididos a hacer crecer el movimiento. Nuestro objetivo es aumentar la afiliación un 10%.

Los sindicatos estamos a la vanguardia de la lucha para rescatar los derechos democráticos y las libertades de la codicia corporativa, que tiene a los gobiernos presos, tanto que actúan en contra de los derechos e intereses de la gente. Necesitamos un nuevo contrato social entre los gobiernos, los trabajadores y las empresas que devuelva la confianza a la gente que está perdiendo la fe en la democracia, y tenemos que parar el calentamiento de la tierra con acciones de gran impacto sobre el cambio climático.

Las mujeres, los trabajadores migrantes, los del sector informal y las personas marginadas o discriminadas -quienes sean explotados en la búsqueda sin fin del beneficio- deben ser el centro de nuestros esfuerzos. Sin seguridad, ni esperanza, muchos de los nuestros se ven atraídos por las falsas promesas de la extrema derecha.

Los cuatros pilares del CSI para la acción son: Paz, Democracia y Derechos; Regulación del Poder Económico; Cambios globales transiciones justas; Igualdad. Si bien los cuatro pilares y las diez áreas temáticas sobre el trabajo impulsarán el núcleo de nuestras actividades, estamos planificando tres campañas que incluyen elementos claves de todos los objetivos.

Democracia para el pueblo: Cambia las reglas

Personas en todos los continentes pierden la confianza en la democracia, debemos exigir compromisos políticos para replantear las responsabilidades fundamentales del gobierno y recobrar esa confianza. A los gobiernos se les debe responsabilizar tanto por los resultados sociales como por los económicos, incluyendo el nivel de vida con empleo, empleos seguros, salarios decentes y protección social. Deben ser responsables de unas normas fiscales justas que mantengan los servicios públicos de calidad, los derechos humanos y laborales, el medio ambiente y muchas más cosas. Este año, con más de un tercio de la población mundial metida en elecciones a nivel nacional, es hora de retar a los partidos progresistas a reconsiderar reglas y prácticas que aseguren que la vida de la gente y su sustento importan.

Un nuevo Contrato Social

Los trabajadores exigen un nuevo Contrato Social sobre la base de una Garantía Laboral Universal como se recomienda en el Informe de la Comisión de la OIT sobre el futuro del trabajo.

No se puede dejar a ningún trabajador porque su empleador haya elegido adoptar un modelo de negocio que oculta su responsabilidad laboral, facilita la explotación o permita que evada la ley porque los trabajadores se hayan vistos obligados a trabajar en el sector informal.

Un nuevo Contrato Social que incluye:

  • Protección social universal;
  • Derechos fundamentales incluyendo la Salud y Seguridad en el Trabajo (SST)
  • Salario mínimo digno
  • Impuestos justos y servicios públicos dignos
  • Participación igualitaria de las mujeres con igual remuneración
  • Soberanía del tiempo; y
  • Transiciones justas por el clima y la tecnología

Todo esto y más debe formar parte del nuevo Contrato Social.

Transición Justa: el camino hacia la ambición climática                                      

La crisis climática afecta a todos los continentes, y los actuales compromisos de los gobiernos no estabilizará al planeta. El acuerdo de Paris estableció el 2020 como el momento para revisar las contribuciones al desarrollo nacional que cada país tiene que renovar. Es esencial una mayor ambición, pero desde los centros de trabajo hasta el nivel industrial y de gobierno, las medidas de Transición Justa son vitales para asegurar la confianza de la gente y, por lo tanto, son el único camino hacia la gran ambición.

2019 es un año de campaña crítico para el CSI y nuestros afiliados. Hay fechas claves para la acción. Debemos “proteger el clima” en nuestros lugares de trabajo. En la última semana de junio, esperamos que en los centros de trabajo se invite a los empresarios a que se reúnan con los trabajadores para discutir los planes que alcancen las emisiones cero y la medida de Transición Justa proteja sus empleos.

El Secretario general de la ONU ha convocado la cumbre del Clima para septiembre, y el domingo 22 de septiembre nos manifestaremos por la Transición Justa y la gran ambición, no sólo en Nueva York sino en todo el mundo. Los estudiantes nos han mostrado el camino. A final de año en Chile, los representantes sindicales de todo el mundo estarán presentes en la Conferencia del Clima del COP 25 para responsabilizar a nuestros gobiernos.

¿Cómo sale la CSI después de un congreso donde había dos candidaturas y cómo puede afectar a la unidad y cohesión de la propia organización?

La democracia es vital en los sindicatos y el hecho de que haya una elección en un Congreso es parte de la vida sindical. En el Congreso hubo diferentes visiones, pero no grandes diferencias sobre la política a seguir. Nuestra declaración política fue adoptada por unanimidad, y también se acordó, sin discusión, algunos grandes cambios en las normas de la CSI.

Organizarse para el cambio es central en la lucha por condiciones y salarios dignos, por la seguridad en el trabajo y los derechos laborales y su cumplimiento. Nuestra fuerza es el único remedio contra la codicia y la concentración de la riqueza. La CSI es la organización democrática más grande del mundo. Tenemos sindicatos de todos los continentes, de diferentes tradiciones, culturas e historia. Necesitamos la acción unificada y la unidad de propósito, porque es a través de nuestra diversidad y de la fuerza de nuestros miembros, como podemos hacernos fuertes.

¿Qué va a reforzar para que la confederación y sus organizaciones afiliadas puedan movilizar a la clase trabajadora mundial para tener más incidencia social y política?

Debemos construir el poder de los trabajadores y las trabajadoras, y eso significa organizarse. El objetivo establecido en el Congreso de Copenhague es alcanzar los 250 millones de miembros en el 2022. Hemos visto crecer a la familia de la CSI y aunque hemos alcanzado avances significativos a nivel global y nacional, los derechos de las personas trabajadoras están siendo atacados y la opresión y explotación creciendo. También necesitamos fortalecer nuestra respuesta internacional para contraatacar por medio de nuestras campañas.

¿Qué estrategias va a seguir para promover y extender el trabajo decente?

El modelo económico global ha fallado a la gente trabajadora cuando la desigualdad ha alcanzado niveles históricos, el 84% de la población mundial no puede vivir con el salario mínimo, más del 70% de nuestros hermanos y hermanas no tienen protección social y la mayoría de las personas trabajadoras tienen empleos precarios y a menudo deshumanizantes.

La ausencia de entornos regulatorios y de protección social que formalizaría el trabajo no puede constituir la base para el trabajo decente que exige el Objetivo 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Ni el auge de la economía de plataforma, que usa la tecnología para negar toda responsabilidad ante el empleo. El trabajo decente se construye sobre la base de la libertad de asociación y negociación colectiva. Requiere un salario con el que la gente pueda vivir.

Los sindicatos están pidiendo un nuevo contrato social entre los trabajadores, gobiernos y empresas. El contrato debería incluir una Garantía Laboral Universal para todas las personas trabajadoras. Establecer un nuevo pacto social aseguraría que se respeten los derechos, que los empleos sean dignos con salarios mínimos y haya negociación colectiva, una protección social que sea universal, que las operaciones comerciales se lleven con la debida diligencia y responsabilidad, y que el diálogo social asegure medidas de transición justa para el clima y la tecnología.

¿Cómo puede lograr la CSI convertirse en un interlocutor significativo para que el nuevo paradigma económico, tras la transición, sea más justo?

Los retos globales del cambio climático y de la disrupción económica y social que trae la rapidez del cambio tecnológico son grandes cambios que requieren transiciones justas. La falta de ambición sobre el cambio climático nos lleva a subidas de temperaturas de más de 3,5 grados. Con la predicción del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que dice que solo tenemos una década para parar esta tendencia, la ambición es fundamental. La transición justa es el camino hacia la gran ambición. Los sindicatos debemos poner sobre la mesa de negociación y en todos los niveles, medidas para esa transición justa que den confianza ante los necesarios cambios del modelo energético y el avance tecnológico, con el fin de mitigar su impacto y de asegurar su adopción en todas las industrias y sectores

El Centro de Transición Justa de la CSI trabaja con los agentes interesados en acelerar el proceso de transición justa, apoyando los procesos de diálogo social en la ciudad, sector y a nivel nacional, mediante los comités o comisiones de transición justa. El reciente acuerdo en España para apoyar a los trabajadores y las trabajadoras y comunidades del carbón, ofrece un buen modelo de diálogo y negociación para otros con respecto a la energía y a otras industrias.

La tecnología nos proporciona oportunidades, pero también afecta al trabajo y las actuales cadenas de suministros. La digitalización, la automatización y los datos necesitan que se gestionen adecuadamente para proteger los empleos y los niveles de vida. El pleno empleo se mantiene como un objetivo del movimiento sindical y ningún otro compromiso que no suponga la Garantía Laboral Universal se aceptará. Las medidas de transición justa son vitales para llevar a cabo estos cambios.

Igualmente, la regulación global y nacional es vital. La gobernanza global de los cambios tecnológicos debe incluir un nuevo modelo de economía de plataforma, niveles globales sobre la gestión de los datos, incluyendo protección y privacidad, protección de vigilancia y más. Esto requiere la intervención del sindicato y un diálogo social transfronterizo con la fuerza de la negociación colectiva que puede asegurarse si se desarrolla el enfoque de la transición justa.

¿Qué papel puede tener la CSI en la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas?

La CSI dice que los refugiados son bienvenidos. Bienvenidos en nuestros lugares de trabajo y en nuestras comunidades. Las personas refugiadas deberían ser iguales en el trato y en el derecho al trabajo. Exigimos a los gobiernos y las instituciones multilaterales que defiendan los derechos de los refugiados. Para los trabajadores y las trabajadoras migrantes hemos creado una web que asesora sobre la contratación de migrantes a nivel internacional y que permite “calificar” a las agencias de contratación que usan para encontrar empleo en otros países. Esto da una información vital para los trabajadores de otros países como Nepal e Indonesia, donde se arriesgan a ser explotados.

¿Qué medidas y políticas defiende la CSI para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo?

El progreso de las mujeres se ha estancado y vuelve a aumentar la discriminación, el acoso y la violencia. La declaración del Congreso de la CSI deja claro que tenemos la responsabilidad de plantear una agenda feminista enfocada en la igual participación económica de las mujeres y del liderazgo femenino en todo el mundo.

La participación en la fuerza de trabajo de las mujeres es inferior al 50%, y el cuidado no remunerado ha aumentado en un 9% del PIB global. Invertir en cuidados es prioritario si queremos aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral. La brecha salarial sigue siendo del 23%; las soluciones para eliminar esta discriminación siguen siendo la protección social, los cuidados y los salarios mínimos dignos con una mayor negociación colectiva. Las empresas no pueden continuar con estas prácticas discriminatorias sin ser denunciadas.

Como promedio, las mujeres tienen sólo las tres cuartas partes de protección legal que los hombres durante su vida laboral con sólo seis países que otorgan iguales derechos y protecciones. Esto va desde la prohibición de acceder a algunos trabajos a la falta de igual salario o libertad, acoso sexual, e incluye la ley familiar, los derechos de propiedad y otras libertades o derechos. Estamos decididos a cambiar las reglas, a conseguir un cambio legislativo.

La CSI también está comprometida con la eliminación de la violencia contra las mujeres, y está trabajando para lograr un Convención de la OIT en este año de su centenario. Y más allá de la Convención, mantendremos este punto focal para que las mujeres se organicen y lo consideren como prioridad en la justicia legislativa y en sus lugares de trabajo.

¿Ve necesario establecer alianzas con los movimientos sociales y populares, muchos de ellos, entregados a organizar y defender a los trabajadores condenados a la economía informal?, ¿cuál es la respuesta de su sindicato ante las formas de trabajo informal?

Los sindicatos siempre han construido alianzas con las ONG y los movimientos comunitarios donde la causa es común. Esto también se da en el caso de la economía informal, donde nuestros sindicatos están organizando a los personas sin trabajos formales y, como resultado, se está dando un crecimiento masivo de los sindicatos, particularmente en los países más pobres. Las tradicionales áreas de trabajo informal ahora se están uniendo a los negocios digitales. Nuestra intención es que un nuevo contrato social cubra a estos trabajadores y trabajadoras. Nuestra Academia de Organización trabaja con muchos sindicatos para ampliar el alcance de nuestra capacidad de organización y la negociación colectiva para el trabajo formal.

¿Qué puede hacer su organización para incidir en unas instituciones financieras internacionales más justas y comprometidas con los derechos laborales?

La CSI mantiene un diálogo regular con las instituciones financieras internacionales. La relación no es fácil cuando la política del Banco Mundial en educación, protección social o empleo, salarios y las instituciones del mercado laboral va contra una coherencia global que cumpla los requisitos de los ODS y garantice el trabajo decente y la igualdad. No es fácil cuando la condicionalidad del FMI trabaja para socavar los derechos y los salarios, para generar austeridad y propiciar un modelo de globalización fallido. Hay algunos triunfos, con la extensión de los protocolos laborales relativos a los derechos fundamentales ahora ampliados en todo el Grupo del Banco Mundial y los Bancos de Desarrollo Multilateral. Sin embargo, necesitamos una reforma seria de las instituciones de Bretton Woods.

¿Qué tipo de relación puede establecer la CSI con las organizaciones de inspiración católicas dedicadas al mundo del trabajo como puede ser el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC)? ¿Hay espacios para el diálogo?

Las alianzas con las comunidades de fe están bien establecidas y a menudo son centrales en las luchas progresivas. Acogemos con agrado el diálogo, incluido con el MMTC.

¿Cómo valora el encuentro entre sindicatos del mundo y el Vaticano de noviembre de 2017?

En muchos temas, incluyendo al trabajo decente, la pobreza y el clima, el papa Francisco ha proporcionado una voz global de liderazgo basado en principios. Los encuentros con los sindicatos convocados por el Vaticano ayudan a reafirmar un compromiso compartido en valores y justicia social. La declaración sindical surgida del encuentro del 2017 es muy fuerte y nos permite aprovechar nuestra lucha para cambiar las reglas en un mundo donde el modelo económico está fallando a las personas y sus familias. Las Federaciones Sindicales Mundiales también están convocando grupos de líderes en el Vaticano para mantener este impulso.

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