Fundamentalmente, el bautismo cristiano implica por parte del bautizado consciente la disposición y la decisión firme de buscar a Jesús y no buscarse a sí mismo; de seguir a Jesús y no seguir las propias apetencias y fantasías. La fidelidad y el cumplimiento de estas decisiones y de estos compromisos va tejiendo, día a día, lo que denominamos vida cristiana; que no es mi vida en Cristo, sino la vida de Cristo en mí. Dos cosas muy diferentes; tan diferentes como la cara y la cruz (Rovirosa, OC, T.I. 512-513).
Ver más oraciones aquí.
Para saber cómo bajar este documento, imprimir, etc. ver: