Editoriales, Internacional >> , , ,

Repensar Europa

14 diciembre 2017 | Por

Repensar Europa

La Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) y el Vaticano han organizado una Conferencia sobre el futuro del proyecto europeo, (Re) pensar Europa, en la que han participado delegaciones de todos los países de la UE. Al final de la Conferencia, el papa Francisco ha hecho una importante reflexión en la que ha sintetizado las claves fundamentales de la aportación cristiana para repensar Europa. Francisco considera que «los cristianos estamos llamados a dar nuevamente alma a Europa, a despertar la conciencia… para animar procesos que generen nuevos dinamismos en la sociedad». En este sentido, plantea dos «pilares» fundamentales: persona y comunidad, y los «ladrillos» para construir el edificio: diálogo, inclusión, solidaridad, desarrollo y paz.

Francisco insiste especialmente en la importancia decisiva de poner en el centro a las personas: «La primera, y tal vez la mayor, contribución que los cristianos pueden aportar a la Europa de hoy es recordar que no se trata de una colección de números o de instituciones, sino que está hecha de personas. Lamentablemente a menudo se nota cómo cualquier debate se reduce fácilmente a una discusión de cifras. No hay ciudadanos, hay votos. No hay emigrantes, hay cuotas. No hay trabajadores, hay indicadores económicos. No hay pobres, hay umbrales de pobreza. Lo concreto de la persona humana se ha reducido así a un principio abstracto, más cómodo y tranquilizador. Se entiende la razón: las personas tienen rostros, nos obligan a asumir una responsabilidad real y “personal”; las cifras… nunca nos llegan a tocar en la propia carne». Desde esa centralidad de la persona es fundamental ayudar a descubrir «el sentido de pertenencia a una comunidad». Europa necesita construirse como una verdadera comunidad humana guiada por la búsqueda del bien común frente a los individualismos que la niegan: «reconocer que el otro es ante todo una persona significa valorar lo que nos une a él. El ser personas nos une a los demás, nos hace ser comunidad».

A partir de estos dos pilares, Francisco propone que estamos llamados a favorecer que Europa sea un lugar de diálogo en el que todos los protagonistas tienen la misma dignidad; un diálogo que valore la aportación de las religiones a la construcción de la sociedad, superando el laicismo que quiere relegarlas «a una esfera meramente privada o sentimental», que combata el «pensamiento único» que socava la democracia, y los extremismos y populismos que no aportan ninguna alternativa constructiva, rompen puentes y levantan muros. También a hacer de Europa un ámbito inclusivo, que valore la diversidad como un patrimonio común y enriquecedor, y que no excluya personas, como ocurre ahora con los refugiados: «no se puede olvidar, de ningún modo, el hecho de estar ante personas que no pueden ser elegidas o descartadas por el propio gusto, según lógicas políticas, económicas o incluso religiosas». Un espacio de solidaridad que impulse la colaboración y la cooperación; y que, sobre todo, dé prioridad a las necesidades de los pobres, de «los descartados por los sistemas económicos y sociales». Una comunidad inclusiva y solidaria podrá ser una fuente de desarrollo humano, en el que Francisco destaca, una vez más, la importancia decisiva del trabajo en condiciones dignas de la persona. Y, con todo ello, Europa será «una promesa de paz», fundamentada en auténticas relaciones humanas y en la búsqueda de la justicia. Aportando esto podremos colaborar a «dar una nueva dignidad a la política, entendida como máximo servicio al bien común».

Consecuentemente, hay una tarea urgente para las instituciones europeas: recuperar la política y las instituciones, para que estén al servicio de las personas y del bien común. Y una tarea para cada cristiano, para toda la comunidad cristiana que habita esta vieja Europa: combatir la deshumanización existente, situando a las personas, con nuestra vida y testimonio, en el centro de toda la actividad política. Nuestro compromiso cristiano ha de pasar, inexcusablemente, por ahí.

***

DIÁLOGO Y PARTICIPACIÓN | Este editorial está abierto a tu valoración. Lo puedes comentar y/o compartir en las redes sociales, a través de la página de la HOAC en Facebook y/o en la cuenta de Twitter. Utilizamos la etiqueta #Editorial1601. También puedes hacer llegar tu opinión al correo electrónico participacion@noticiasobreras.es

faldon portada y sumario

tantoportanpoco560-05

faldonsumario2-02

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo