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Portugal: Comunicado de la LOC/MTC ante las perspectivas económicas

27 enero 2014 | Por

Portugal: Comunicado de la LOC/MTC ante las perspectivas económicas

El trabajo digno, justamente remunerado, es el pilar fundamental del progreso

 El Equipo Nacional de la LOC/MTC – Movimento de Trabajadores Cristianos, se reunió, en Aveiro, el día 18 de Enero de 2014, para hacer el balance de las actividades del período anterior y programar las del siguiente. La ocasión sirvió, también para hacer la valoración de los tiempos  que vivimos y de lo que eso significa para la vida de los trabajadores y de la población en general, a partir de un análisis atento y profundo de quien vive y siente solidariamente las angustias y las esperanzas de estos tiempos tan difíciles.

Como Movimiento Cristiano de Trabajadores, sentimos la necesidad de denunciar proféticamente las situaciones de injusticia laboral y social a nivel local, nacional e internacional, apoyando a las personas, así como el proceso de toma de conciencia de las realidades, participando en la construción de una sociedad donde puedan vivir con dignidad y justicia.

Los trabajadores somos cada vez más pobres, esplotados y sin condiciones de vida dignas, sujetos a grandes presiones en los lugares de trabajo por las condiciones que nos imponen, nos sentimos desmotivados, deprimidos y obligados a aceptar, muchas veces, situaciones que van contra nuestra dignidad.

Por no encontrar trabajo ni condiciones para poder vivir con dignidad en nuestro país, muchos, principalmente los más jovenes, están recurriendo a la emigración, buscando en otros países lo que no encuentran en Portugal.

El apoyo al desempleo, donde se encuentran más de un millón de trabajadores/as, –pocas serán las famílias donde no haya alguien desempleado–está siendo, cada vez más, reducido, recortado y humillante, dejando a una gran mayoria sin condiciones de vida dignas.

Los pensionistas, que trabajaron y cotizaron durante su vida laboral, tenían la confianza de que en sus vejez conseguirían unas condiciones de vida dignas. Por contra, están siendo privados de parte de sus pensiones y viéndose, muchos de ellos, bajo el umbral de la pobreza.

Como podemos constatar en la encíclica “Caridad en la Verdad”, de Benedicto XVI, en su número 25: “la desregularización del mundo del trabajo implica la redución de las redes de Seguridad Social acarreando grandes peligros para los derechos de los trabajadores; los derechos fundamentales del Hombre son la solidaridad realizada por las formas tradicionales del Estado social”.

Las políticas dominantes son impulsadas por los mercados financeiros, que dan primacía a la iniciativa privada y al comercio global en detrimento de las pesonas.

La recesión económica y el ataque generalizado y directo al Estado Social son la consecuencia de esas políticas: “Hoy debemos decir no a una economía de exclusión y de desigualdad social” (Alegría del Evangelio nº 53- Papa Francisco).

Quien nos gobierna no piensa, tanto en una sociedad basada en el ser humano, sino más bien, en las fuerzas con más poder e intereses, que sacan provecho financiero de las pesonas y de las sociedades.

Algunas voces, también desde dentro de las estruturas que imponen estos procesos de austeridad, vienen afirmando que el proceso está teniendo resultados más gravosos para la economía de lo que preveían. La insistencia y la ideología persisten, como ocurre con los Presupuestos del Estado para 2014, que siguen los caminos anteriores de austeridad y empobrecimento de los portugueses.

El ser humano no se realiza sin trabajo digno, si no tiene independencia económica, si no contribuye al desarrollo social y se siente excluído por no tener oportunidad de participar en la obra del Creador.

El papa Francisco afirma en su exhortación apostólica Alegria del Evangelio nº192 “No se habla apenas de garantizar comida y un digno sustento para todos, más prosperidad y civilización en los  múltiples aspectos. Esto engloba educación, acceso a los cuidados de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidário, el ser humano amplia y engrandece la dignidad de su vida. El salário justo permite el acceso adecuado a los bienes que están destinados al uso común”.

El trabajo digno, justamente remunerado, es el pilar fundamental del progreso, centrado en el hombre y en la mujer, que prioriza la justicia social, la distribución de la riqueza y respeta la sustentabilidad de los recursos naturales.

 Aveiro, 18 de enero de 2014

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