Nissan tiene una gran fábrica de coches en Canton, Mississippi, en la que se ocupan 5.000 trabajadores que son desde hace años víctimas de abusos y de prácticas antisindicales. Teóricamente se trabaja en tres turnos de ocho horas. Pero la realidad es que son frecuentes turnos de hasta diez horas para los trabajadores fijos, y de hasta 12 horas para los contratados temporalmente, el 40% de la plantilla. Se obliga a hacer horas extras sin previo aviso y a trabajar los fines de semana. Los sueldos son bajos, se eliminan pensiones de jubilación, se priva a los temporales de atención sanitaria… Cada vez hay más accidentes en la fábrica y la forma de trabajo tiene un grave impacto negativo sobre la vida familiar: los divorcios se han disparado.
A los trabajadores que intentan organizarse sindicalmente y lograr una negociación colectiva se les discrimina y se les amenaza con bajadas salariales, el despido o el cierre de la fábrica si se crea un sindicato.