Latélec en Túnez es un claro ejemplo de lo que son las deslocalizaciones: abaratar «costes laborales» sin respeto alguno a las personas. Latélec es filial del grupo francés Latécoère, a su vez subcontratista de Airbus. Tiene dos plantas en Túnez, en Charguía y Fouchana, donde se ocupan 900 trabajadores, muchos de ellos mujeres, en la fabricación de cableado aeronáutico y otros componentes eléctricos que utiliza Airbus.

Latélec trasladó parte de su producción de Francia a Fouchana en 2005. En 2010 los trabajadores se sindicaron y desde entonces sufren una represión sistemática, despidos, sanciones, sexismo y amenazas. En septiembre de 2012 los directivos franceses decretaron un cierre patronal de un mes de la planta de Fouchana y trasladaron temporalmente la producción a Francia. El 15 de abril, 5 trabajadores (tres de ellos representantes sindicales) fueron despedidos ilegalmente. Entre octubre de 2012 y abril de 2013 se han destruido 200 empleos temporales y hasta final de año está prevista la eliminación de otros 200.

Pero los trabajadores y trabajadoras siguen luchando por sus derechos: «Queremos conservar nuestro trabajo sin perder nuestra dignidad», dice la Secretaria General en la empresa de la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT). Latélec, que de ninguna manera quiere cumplir las leyes laborales tunecinas, ni aceptar reivindicaciones laborales, ni permitir la actividad sindical, amenaza con abandonar Túnez y ya tiene estudios para trasladar parte de su producción a México.