El 13 de diciembre, a las 19 horas, en el Bulevar Gran Capitán de Córdoba la HOAC de Córdoba convoca una concentración y marcha contra la precariedad y la marginación que afecta a cada vez más capas de la población. Después, celebrará una eucaristía en la Iglesia de San Nicolás, por las víctimas de la actual situación económica

COMUNICADO CONTRA EL PARO, LA POBREZA Y LA EXCLUSION

Comisión Diocesana de la HOAC Córdoba. Se habla de que en España son más de 12 millones de personas las que están en situación de pobreza y exclusión, en situación de vulnerabilidad. Estos días, próximos a la Navidad, pensamos que son un buen momento para tomar conciencia del sufrimiento de tantos hombres y mujeres, de tantas familias que están viviendo y pasando por esas situaciones injustas en nuestra ciudad y en nuestros pueblos.

Hoy el desempleo está agudizando una situación que no es nueva: antes de la crisis financiera ya había un 19% de la población que vivía en situación de pobreza; desde que dicha crisis se iniciara, un millón de personas se han ido incorporando cada año a ese cruel censo de la pobreza.

El Mercado se ha convertido en la regla suprema de nuestro sistema económico, social y cultural; sus defensores, muchos y poderosos, nos quieren hacer ver, que con las reformas necesarias, hará posible la superación de los problemas que nos acucian: pobreza, desempleo, pérdida de derechos sociales, agresiones al medio ambiente, etc.

Pero con todas las reformas, lo que vemos es pérdida de derechos, más sufrimiento, mayor desesperanza, etc. y como cristianos nos preguntamos: ¿dónde queda la persona? Para nosotros, tiene que ser el centro de toda actividad económica y social, no puede quedar relegada a un segundo plano porque es la viva imagen del Dios en el que creemos. En la respuesta a todas sus necesidades básicas, en su desarrollo y a su servicio, se debe centrar toda la actividad económica y política.

Tomar a la persona como centro hace posible otra cultura, otra economía, otra forma de hacer política; pone al descubierto las causas de la injusticia que permiten el mantenimiento de la situación actual, crea las bases de otro modelo realmente democrático y de una economía de comunión superadora de los intereses egoístas de una minoría privilegiada.

Volvemos a celebrar en unos días el nacimiento de Jesús de Nazaret, el centro de nuestras vidas, que nació en un pesebre; nuestro referente, que nos dijo que quien quiera seguirlo que venda todo lo que tenga y lo comparta; nuestro Dios, que nos anima a amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos. ¿Podemos continuar callados?, ¿podemos quedarnos quietos mientras nuestros hermanos y familias, nuestros vecinos y conocidos sufren?

No podemos esperar a situaciones irreversibles para cambiar políticas, leyes o normas; nuestra tarea urge: “LA PERSONA ES LO PRIMERO”.