Un trabajador tailandés viajó a España a través de una agencia de contratación tailandesa que le «aseguraba» un salario de 1.500 euros mensuales y un contrato de cinco años. Pagó a la agencia 17.000 euros para el viaje y los trámites; pero su salario en España no llegaba a la mitad de lo prometido y al año acabó el contrato y tuvo que volver a Tailandia. Otra trabajadora pagó 7.000 euros a una agencia por un contrato estable en Polonia; pero a poco de estar trabajando le fue rescindido el contrato. Esto les ocurre a muchos emigrantes que son contratados por agencias que ganan sustanciosas comisiones y les engañan.

Un programa de la OIT está ayudando a combatir esta situación y ha hecho posible presentar demandas en los tribunales tailandeses contra las agencias de contratación que han engañado a los trabajadores. En muchos casos las agencias han sido condenadas a pagar indemnizaciones a los trabajadores. Es un avance importante, pues protege a los trabajadores estableciendo las obligaciones de las agencias y el derecho de los trabajadores emigrantes a ser protegidos por las leyes del país.