«Seguir a Jesús indica el deseo de vivir con él y como él, adoptar sus objetivos y colaborar en su misión. “Seguir” significa caminar junto con otro que señala el camino. Ahora bien, este caminar con Jesús sólo se convierte en seguimiento si cumple dos condiciones: el que camina con Jesús debe «renunciar a sí mismo y cargar con su cruz»; sólo así el caminar se convierte en seguimiento.