Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Así pudo nuestra carne «nacer de nuevo» a aquella Vida que nos hace «hijos de Dios». ¿Cómo continuar siendo cristianos mediocres, sosos, apagados? «Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!».
Ver más oraciones aquí
Para saber cómo bajar este documento, imprimir, etc. ver: “Cómo descargar documentos de hoac.es