Corría el año 1940 cuando Guillermo Rovirosa ingresa en la Acción Católica y poco después es nombrado vocal social del Consejo Diocesano de Hombres de Acción Católica de Madrid.
En mayo de 1946 los Obispos españoles, atendiendo una recomendación hecha por el Papa Pío XII, acuerdan la fundación de un movimiento especializado para los obreros adultos, dentro de la Acción Católica. Guillermo recibe la llamada de poner en marcha la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
Rovirosa encontró en la Acción Católica y en la HOAC el camino de su entrega a Jesucristo, a la Iglesia y al mundo obrero.
Más información: Proceso de canonización de Guillermo Rovirosa