Con el título “Enfermedades laborales, la pandemia silenciada” la HOAC de Bizkaia ha organizado el 2 de diciembre una charla que ha tenido lugar en la Casa de Cultura Clara Campoamor de Barakaldo. Para profundizar en esta realidad han contado con la participación del médico Roberto Donalisio, adscrito al Servicio Navarro de Salud, especialista en salud laboral y con una amplia experiencia en estudios y trabajos sobre enfermedades laborales. De su exposición podemos destacar los siguiente.

El título no puede ser más sugerente. Las enfermedades laborales afectan a cifras muy elevadas de la población a nivel mundial y es una realidad que permanece muchas veces oculta. Cada persona que trabaja, en las horas de su jornada laboral, a lo largo de las semanas y los años se ve expuesta a productos químicos, biológicos, condiciones físicas, ergonómicas y psicosociales con serias consecuencias para su salud.

Los datos son lo suficientemente elocuentes. En un año los fallecidos en accidente laboral pueden alcanzar en la UE a las 8.900 personas, los fallecidos a consecuencia de una enfermedad laboral alcanza a las 150.000. Con el agravante de que sólo puede hablarle de enfermedad laboral cuando ésta aparece reconocida por la legislación como tal. De ahí que las cifras que aparecen no reflejen la realidad de esta problemática que constituye un gran problema de salud pública. Sorprende, en los registros de enfermedades laborales por Comunidades Autónomas, como comunidades con mayor población activa tienen cifras inferiores a comunidades con menor número de población. ¿Por qué estas diferencias?, ¿nadie se pregunta el por qué de las mismas? Recordó Roberto Donalisio unas palabras de Bernandino Ramazzini, que en 1700 escribió el que se considera el primer tratado sobre enfermedades laborales, con las que recomendaba a los médicos preguntar a sus pacientes: ¿Cuál es su ocupación? Una pregunta que no debe faltar en ninguna consulta.

Tras un diálogo con los participantes donde se expresaron las situaciones que están viviendo trabajadores afectados por la exposición al amianto, las dificultades para la prevención, las consecuencias que para la salud laboral está teniendo la actual situación del mercado laboral, el papel de las Mutuas, los comités de salud laboral, los sindicatos… se concluyó con una llamada a seguir profundizando en esta problemática, a ejercer la denuncia y la necesidad de implicar a las administraciones, las empresas y los trabajadores en la prevención, la formación, la investigación y la atención a las personas afectadas y sus familias.