Paco Porcarfebrero 2024febrero 2024

Que el trabajo sea humano

Cuidar el trabajo debería ser una prioridad social en la que todos nos sintamos implicados. Cuidar el trabajo es hacer todo lo posible para que sea humano.

Dice el papa Francisco que el trabajo es humano cuando se realiza en condiciones decentes y dignas, promueve el bien común, cuida de la sociedad y del planeta. Y lo primero para que el trabajo sea humano es que cuide a los trabajadores y trabajadoras, que se realice respetando la dignidad de las personas.

El trabajo está llamado a ser un bien de la persona y de la sociedad. Con el trabajo las personas podemos desarrollar nuestra humanidad, servir a los demás y a la sociedad, cuidar el planeta. Con él podemos desarrollar nuestras capacidades al servicio de la comunidad. Esa es la dignidad del trabajo. Pero para muchas personas no es así, en lugar de ser fuente de desarrollo humano es un obstáculo para vivir su humanidad, porque se realiza en condiciones indignas, inhumanas. Cuando el trabajo se deshumaniza daña gravemente la vida de las personas y de la sociedad. Por eso Francisco insiste en que toda injusticia que se comete contra una persona que trabaja es un atropello a la dignidad humana. Que el trabajo sea humano es posible cuando las condiciones son justas y se respeta la dignidad de la persona.

Quienes más sufren la deshumanización del trabajo son los trabajadores y trabajadoras vulnerables, precarizados, en paro… Son las principales víctimas de someter el trabajo a la rentabilidad económica, descuidando lo humano, hasta descartar personas si no son más rentables. Que el trabajo sea humano exige dar prioridad a las necesidades y derechos de esos trabajadores y trabajadoras. En ello nos va la humanización de la sociedad entera.

Por eso dicen los obispos españoles, en Iglesia, servidora de los pobres, que empeñarnos por afirmar en la práctica la dignidad del trabajo y un trabajo en condiciones dignas es una destacada forma de caridad (amor) y de justicia social.