Hacia la XIV Asamblea General de militantes

Para ser fiel a su identidad y responder a la misión, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha convocado su XIV Asamblea General de militantes, cuyas orientaciones y contenidos deberán establecerse en el Pleno General de Representantes del mes de julio.

El reto de la HOAC, en un mundo con enormes fracturas sociales, desigualdades e injusticias que afectan singularmente al mundo obrero y del trabajo, sigue siendo ser testigo e impulsor del proyecto de humanización que propone Jesucristo.

«Sigan cuidando, como Iglesia presente y encarnada en ese mundo del trabajo, de los empobrecidos a causa de la incorrecta comprensión que nuestro mundo tiene del trabajo. Sigan cuidándolos, ayudando a la conversión integral que nuestro mundo necesita», decía el papa Francisco a los trabajadores y trabajadoras cristianos en el libro sobre el 75 aniversario de la HOAC, Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo.

Ser fieles a la historia de amor revelada en Jesucristo pasa por ahondar en nuestra identidad de apóstoles en nuestra vida personal y comunitaria, encarnada y gozosamente a la necesidad de ser místicos –es decir, una forma cristiana de hacer las cosas– en la vida del mundo obrero y en avanzar como comunidad de vida, bienes y acción en el seno de la Iglesia y del mundo obrero.

Una asamblea general es un acontecimiento especialmente relevante para la vida de la HOAC ya que a ella estamos convocados todos y todas las militantes del país. Constituye una oportunidad para el encuentro y la convivencia que se extiende durante cuatro días. Es momento privilegiado para la gratitud, la conversión, la renovación personal y colectiva de nuestra opción de vida y compromiso que da aliento comunitario a nuestra misión.

A nivel práctico, vamos a revisar el tiempo transcurrido desde la última asamblea, incorporando los dos últimos años tras posponer, debido a la pandemia, al próximo año el desarrollo de la siguiente. Nos preguntamos en qué hemos de mejorar, qué necesitamos cambiar de la manera en que se sitúa la Iglesia en esta realidad y en qué necesitamos insistir o profundizar.

También analizaremos los retos que nos plantea la realidad del mundo obrero y del trabajo y la manera en que se sitúa la Iglesia ante ella para preguntarnos: ¿qué nos dice Dios desde esta realidad?

Finalmente, acordaremos entre todos y todas las propuestas que nos ayuden a avanzar siguiendo las orientaciones debatidas, especialmente sobre cómo desarrollar más en profundidad el acompañamiento a otras personas del mundo del trabajo y la participación en las entidades e instituciones, de modo que atiendan las necesidades de las personas empobrecidas y qué experiencias debemos impulsar para hacer posible otra economía, empresa y sociedad.

Nuestra responsabilidad es hacer todo lo que esté en nuestras manos para acertar lo más posible en lo que acordemos y planteemos, por eso afrontamos la asamblea desde la escucha sincera y cordial del espíritu misericordioso de Dios que habita en nuestras vidas y en la del mundo obrero y del trabajo.

En salida: Apóstoles de Jesucristo en el mundo obrero

La asamblea quiere ser también reconocimiento y memoria agradecida del camino recorrido en estos 75 años de historia que venimos celebrando en el último año. Desde esa conciencia quiere hacernos conscientes de nuestros límites y servir de acogida a nuestra necesidad de conversión para ponernos confiadamente en manos del Padre y sentirnos enviados por su Gracia.

Dice el papa Francisco que para una persona cristiana no es posible pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque «esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1 Ts 4, 3).

«La santidad se mide por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, por el grado como, con la fuerza del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida según la suya». Así, cada santo es un mensaje que el Espíritu Santo toma de la riqueza de Jesucristo y regala a su pueblo (Gaudete et exsultate, 21).

Esto es un fuerte llamado de atención para todos nosotros. Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión (GE 23-24).

El proceso de preparación

Desde el próximo mes de julio, toda la militancia de la HOAC entraremos en un proceso comunitario de discernimiento y de reflexión que ya en sí es celebración de la asamblea. Este proceso culminará en el encuentro de agosto, a celebrar en Segovia y donde esperamos la asistencia de cerca de 800 personas. También nos acompañarán obispos y organizaciones hermanas.

Este proceso tendrán un desarrollo informativo en los medios de comunicación de la HOAC.

Reflexiona

¿Cómo estamos construyendo nuestra vida de comunión con los empobrecidos del mundo obrero?
¿Cómo debemos seguir cuidando nuestra presencia en medio del mundo del trabajo?
¿Qué retos nos plantea la realidad del mundo obrero y del trabajo?

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