
El cristiano, de ese modo, nace a una «nueva vida», la vida perdurable, la más auténtica, en relación a la cual la anterior es pura sombra. Vida nueva que implica un nuevo modo de sentir, de pensar y de actuar consecuente a su renovada asimilación a Jesucristo por la gracia, a la experiencia de ser hijo de dios y de dejarse guiar por el Espíritu. una vida de comunión, reflejo del mismo dios que es comunión y solidaridad (Rovirosa OC T1 pág. 404).
6º Domingo de Pascua_compressed
■ Accede a más oraciones aquí.